Revista Nacional de Agricultura
Edición 1005 – Julio 2020

Seis organizaciones gremiales aportaron ideas para ayudarle a la economía colombiana, desde el agro, a retomar su senda de crecimiento. 

Jorge Enrique Bedoya, Claudia Calero, José Félix Lafaurie, Augusto Solano, Jens Mesa y Gonzalo Moreno

Con el propósito de recoger iniciativas que puedan servir para que la economía y la sociedad colombianas retomen prontamente el ritmo que fue interrumpido de manera abrupta por la pandemia del covid-19, el Consejo Gremial Nacional, CGN, programó un ciclo de foros denominado “Ideas para la reactivación”, en los cuales participaron las veintisiete organizaciones gremiales que lo conforman.

A continuación, presentamos una sinopsis del foro correspondiente al sector agropecuario, que tuvo lugar este mes, en el cual intervinieron los presidentes de la SAC, Asocaña, Asocolflores, Fedegan, Fedepalma y Fenavi. El evento fue moderado por Sandra Forero Ramírez, presidenta del CGN. 

1. Ideas para la reactivación de la actividad productiva, el empleo y la sostenibilidad del tejido empresarial

JORGE ENRIQUE BEDOYA, SAC 

–      Se necesita un adecuado régimen laboral para el campo, donde la informalidad está por encima de 86%. Para ello hay que construir herramientas, como el contrato agropecuario y el jornal diario integral rural.

–      Generación de empleo, que puede venir de la construcción de infraestructura, particularmente de vías terciarias, para lo cual hay recursos. Desde la SAC impulsamos en el Plan Nacional de Desarrollo una propuesta para que el gobierno tenga vigencias fiscales por más de $1.5 billones con destino a dichas obras. Por cada $1.000 millones (5 kilómetros de placa-huella) que se inviertan, se crean doscientos noventa empleos.

–      La seguridad jurídica, la seguridad contra la invasión de tierras, que alienta la inversión en el campo. El gobierno nacional y el Congreso de la República no hicieron nada con la Ley de Tierras, que fue radicada, tuvo el trámite de la consulta previa y que seguimos esperando.

–      Los distritos de riego, que por la vía de las alianzas público-privadas, podrían contribuir enormemente a la seguridad alimentaria del país.

–      El gobierno nacional lanzó una misión de la internacionalización de la economía colombiana, en la cual hemos solicitado estar porque en materia de comercio tenemos mucho que aportar.

CLAUDIA CALERO, ASOCAÑA 

–      Equilibrar las condiciones de competencia de los productores nacionales, mediante la aplicación de mecanismos de defensa que están en la normatividad colombiana y en el marco jurídico internacional: la franja de precios para el azúcar, las salvaguardias y los derechos compensatorios.

–      Incluir los biocombustibles en la matriz energética, por su aporte a la reducción de gases de efecto invernadero y del material particulado. Disminuir las distorsiones que existen en el mercado del etanol, pues las crecientes importaciones de alcohol dejan a nuestro sector y al programa de biocombustibles en unas condiciones muy disminuidas.

–      Respeto a la propiedad privada. Lo que está sucediendo en el norte del Cauca puede ser un laboratorio muy positivo o muy negativo para todas las regiones del país.

–      En vías terciarias, proponemos las alianzas público-privadas. Nosotros venimos de tiempo atrás con un programa de construcción de dichas vías, con el apoyo del gobierno regional, así como trabajando en infraestructura de riego., Esto lo pueden hacer otros sectores.

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE, FEDEGAN 

–      El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, se debe convertir en el instrumento más poderoso para la conquista de mercados, algo en lo que hemos venido insistiendo desde el 2005.

–      Cuando en el 2005 y el 2009 se firmaron los acuerdos comerciales con Estados Unidos y Europa, respectivamente, era evidente que para poder llegar a esos mercados se requería cumplir con todos los requisitos de admisibilidad. Han pasado en ambos casos más de quince años, y hoy en día, por ejemplo, en el caso de la carne, no ha podido entrar un solo kilogramo a Estados Unidos y mucho menos a Europa, mientras que de allá para acá entra todo lo que ellos quieren. ¿Por qué? Simple y llanamente porque no hemos hecho la tarea completa. El ICA no ha funcionado de manera correcta.

–      En el Consejo Directivo del ICA, donde están, entre otros, la SAC, Asocolflores, Fenavi y Fedegan, así como Planeación Nacional, después de año y medio de trabajo se tomó la decisión de tercerizar buena parte de las labores operativas que no le producen valor agregado al instituto, pero ya el ministro Zea, por presiones políticas, dijo que iba a echar para atrás la iniciativa. A él, así como al contralor delegado, los gremios les hemos explicado la importancia de la tercerización.

AUGUSTO SOLANO, ASOCOLFLORES 

–      Modificar el régimen laboral para el campo, que es muy rígido, estricto, oneroso y está desactualizado, prueba de lo cual es el alto nivel de informalidad que existe en las zonas rurales. Inclusive, si uno lo compara con el de países desarrollados, resulta más estricto que el de Estados Unidos.

–      Continuar con el gran esfuerzo de internacionalización del comercio que se ha venido haciendo. Para nosotros, por ejemplo, es muy importante la negociación del Acuerdo de Asociación Económica, EPA (por sus siglas en inglés), con Japón, país que ofrece un potencial gigantesco para las flores. En materia de comercio exterior, en esta época, cuando está saltando el proteccionismo, hay que defender el acceso a mercados.

–      Como nuestros mercados están totalmente afuera, seguiremos trabajando con organizaciones de Estados Unidos y Europa para desarrollar campañas orientadas a aumentar el consumo. Esto no es fácil en Estados Unidos porque hay que partir de un parafiscal que debe ser aprobado por el Departamento de Agricultura, como ha ocurrido con el aguacate, el mango, la leche y otros productos.

–      Seguir avanzado en el campo de las ventas on line, por el enorme potencial que ofrecen. En Inglaterra, por ejemplo, este tipo de ventas se quintuplicaron.

JENS MESA, FEDEPALMA

–      Defender e impulsar el mercado local para la producción colombiana. Los colombianos debemos ser conscientes de que las distorsiones del comercio exterior golpean la rentabilidad del agro. El gobierno tiene la responsabilidad de poner en práctica los mecanismos y políticas necesarios de defensa comercial contra medidas que se vienen aplicando en países más ricos. No estamos reclamando condiciones de privilegio, sino que se tomen unas medidas mínimas para que se equilibre la cancha y podamos competir en igualdad de condiciones.

–      Colombia cuenta quizá con los dos sectores más eficientes del agro para la producción de energías renovables: la caña de azúcar (etanol) y la palma de aceite (biodisel). Y si bien se han dado pasos importantes y hoy tenemos un programa que le agrega 10% de biodisel al combustible diésel que se vende en el país, hay que avanzar hasta llegar la meta de 20%, para la cual los cultivos de palma se sembraron hace varios años.

GONZALO MORENO, FENAVI 

–      Actualizar el régimen laboral para el campo. La pandemia ha agravado las cosas porque se han destruido muchos empleos, y no pocos de los que se han creado son informales. El Régimen Laboral Colombiano fue creado en una oficina en Bogotá, sin consultar la realidad del agro.

–      Fortalecer el estatus sanitario –el mayor activo de un país–, para lo cual se necesita un ICA robusto y ágil, que pueda responder rápidamente a las necesidades del sector agropecuario. El sector avícola está empeñado en una campaña para que Colombia sea libre de Newcastle en el mediano plazo y así poder exportar.

–      Garantizar la seguridad jurídica, que también tiene que ver con el uso del suelo rural, porque estamos viendo una gran gentrificación, que se manifiesta en el desplazamiento de zonas avícolas por el crecimiento urbano.

–      Armonizar el trabajo del gobierno nacional y los gobiernos locales. En esta coyuntura, Colombia pasó a ser casi una federación, porque algunos municipios llegaron a cerrar sus fronteras, con graves afectaciones a la cadena de suministro de alimentos y creando costos de transacción que aumentan los costos de producción.

–      Propuestas varias: a) Incentivar al agro colombiano, como lo ha hecho Perú, que tiene régimen tributario diferenciado. b) Los avicultores necesitamos políticas claras para tener acceso al crédito. c) En los mercados que están entregando el gobierno central y los municipios, se deberían incluir el pollo y el huevo.

2. ¿Cuáles son esas otras condiciones de tipo regulatorio, operativo o de trámites, que podrían ayudar a lograr el objetivo de reactivar la economía?

JORGE ENRIQUE BEDOYA, SAC

–      En el campo laboral, la Misión de Empleo no puede tomarse un año para mostrar resultados. La SAC tiene un proyecto de ley para el régimen laboral del campo, que inclusive fue aprobado por la Cámara de Representantes en el 2017, pero el Senado lo dejó hundir.

–      En el Plan Nacional de Desarrollo, logramos incluir, con el apoyo del gobierno y del Congreso de la República, las compras públicas, pero después de mucho tiempo esto no se ha reglamentado.

–      Sigue a la orden del día el proyecto de ley sobre seguridad jurídica, que ya tuvo la consulta pública, pero que también lo dejaron morir en la Comisión Quinta del Senado.

–      Tenemos grandes expectativas en las zonas de desarrollo empresarial, asunto en el cual viene trabajando la alta consejera Carolina Botero.

–      Mensaje: al gobierno le quedan veinticuatro meses y esta es la legislatura más estratégica del país en muchos años, por la pérdida de empleo que ha desatado el covid-19. Insistimos: este el momento del campo colombiano. El campo le cumplió a Colombia, y ahora el país les debe cumplir a los productores del sector agropecuario.

CLAUDIA CALERO, ASOCAÑA

–      Fortalecer la inversión pública de alto impacto (vías terciarias, por ejemplo), para mejorar las condiciones de competitividad del agro. Las alianzas públicos-privadas se deben materializar en la legislación nacional. También está el mecanismo de obras por impuestos, que es muy importante para dinamizar campos como las vías y la infraestructura de riego y drenaje.

–      Los recursos disponibles a través del impuesto de renta deben ser irradiados de forma equitativa y con igualdad de oportunidades.

–      Demandamos un papel más activo del Banco de la República, cuyo objetivo central es preservar el poder adquisitivo de los colombianos. Su papel debe ser más activo en las políticas monetaria y crediticia, irradiando los recursos necesarios para la reactivación de la economía.

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE, FEDEGAN

–      Lograr que los productos colombianos tengan unos sistemas de control y vigilancia más robustos y más activos, tanto para el mercado interno como para los mercados de exportación. Para esto se necesitan un ICA y un Invima fortalecidos.

–      No hay derecho que Colombia consuma más de 4.000 millones de litros de leche cruda, que violan todo tipo de exigencias sanitarias, y que más de 60% de la carne que se comen los colombianos no cumpla los estándares establecidos en el Decreto 1500 y los decretos subsiguientes sobre la materia.

–      En materia de empleo, los mayores problemas que encuentra el sector rural para formalizarse es la serie de subsidios cruzados que van a los sectores vulnerables del campo, los cuales no le permiten a uno vincular a esas personas porque pierden buena parte de esos beneficios.

–      Todas las regulaciones que hay hoy en día, han terminado afectando, no solamente la propiedad privada, sino la estabilidad jurídica de los bienes.  Ayer entró a la Comisión Segunda del Senado el Tratado de Escazú, según el cual ONG y actores nacionales e internacionales tendrán derecho, como líderes ambientales, a conocer, oponerse, etc., a cualquier desarrollo que se haga, lo que va a significar un golpe durísimo para el sector rural y especialmente para la ganadería, por una razón elemental: los Acuerdos de La Habana hacen parte de la Constitución Nacional, y el literal f dice que se podrá extinguir el dominio (es decir, la sanción que el Estado le impone a un criminal), cuando no se cumpla la función social o cuando no se cumpla la función ecológica.

AUGUSTO SOLANO, ASOCOLFLORES

–      Me acojo a todos los comentarios de los panelistas. El agropecuario es un sector sobre diagnosticado y subejecutado.

–      Para agregar a la lista de los asuntos laborales, tenemos el caso de los aprendices, uno de los grandes anacronismos que pesan sobre el empresariado, y más en el caso de sectores intensivos en mano de obra, como lo es el floricultor.

JENS MESA, FEDEPALMA

–      Tenemos que trabajar por un campo que atraiga la inversión, para lo cual se necesitan varias cosas: a) Seguridad jurídica sobre la propiedad de la tierra. b) Simplificar y flexibilizar el régimen laboral en campo. c) Condiciones tributarias atractivas. El agro es el sector más castigado, con la tasa impositiva más alta, razón por la cual hay pocas agroempresas. Perú es un buen ejemplo, porque tiene una tasa plana sencilla de 15% por treinta años. d) Acciones que permitan mejorar la competitividad del campo y generar empleo: vías terciarias; impulso a la infraestructura de riego, y la conexión Puerto Carreño-Buenaventura, que ayudaría mucho al desarrollo de la altillanura.

GONZALO MORENO, FENAVI

–      El mensaje final que queremos dejar es que debemos darle la oportunidad al campo, porque tiene con qué: nuestra frontera agrícola se acerca a los 40 millones de hectáreas, de la cuales solo 7.6 millones están cultivadas en la actualidad, es decir, menos de 20%. Pero se necesitan muchas acciones como las planteadas  en este foro, a las cuales agregaría la necesidad de que el productor del sector agropecuario sea un empresario.