Revista Nacional de Agricultura
Edición 1005 – Julio 2020

María Victoria Angulo, ministra de Educación, habla sobre su gestión.

Uno de los grandes objetivos de la administración de Iván Duque consiste en bregar porque a los niños y jóvenes de las zonas rurales se les garanticen las trayectorias educativas completas, es decir, desde el preescolar hasta el bachillerato, y buscar más oportunidades para que cada vez un mayor número de muchachos del campo tengan acceso a la universidad.

Revista Nacional de Agricultura: ¿Qué tiene el Plan Nacional de Desarrollo 2018- 2022 para la educación rural?

María Victoria Angulo: Uno de los retos formulados en el Plan por el Ministerio de Educación es lograr más y mejor educación rural, lo que implica avanzar hacia la calidad de la educación en contextos rurales de manera articulada con los intereses, particularidades y necesidades de sus pobladores.

Diferentes diagnósticos, incluido el del Plan de Desarrollo, señalan las enormes dificultades que existen en las zonas rurales para la concreción de trayectorias educativas completas. Las condiciones de la ruralidad, la alta dispersión de los territorios, las dificultades de acceso, la distancia entre los lugares de residencia y las escuelas, y las condiciones socioeconómicas, entre otros aspectos, son realidades que debe comprender y atender la política pública educativa.

Así, el gobierno, a través del Ministerio de Educación, suscribió en enero pasado un contrato de préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para ejecutar el “Programa de Apoyo para las mejoras de las trayectorias educativas en zonas rurales focalizadas”, que busca fortalecer la gestión de aula rural; mejorar la práctica docente rural haciéndola más pertinente y contextualizada, y mejorar los ambientes de aprendizaje, a través de la dotación de mobiliario y textos.

Con los recursos del crédito y en el marco del proyecto de inversión “Implementación de estrategias educativas integrales, pertinentes y de calidad en zonas rurales”, estructurado desde mediados del 2019, el Ministerio ejecuta una serie de estrategias que buscan brindar más y mejores oportunidades para los niños, adolescentes y jóvenes que habitan o estudian en las zonas rurales del país, contribuyendo al cierre de brechas y a la igualdad de oportunidades.

En esta línea estratégica de educación rural tienen especial atención los municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), así como las regiones priorizadas para la consolidación de las Alianzas Rurales para la Educación y el Desarrollo (Ared). Se busca garantizar el derecho de los niños y jóvenes a cursar trayectorias educativas completas, es decir, transitar por todos los niveles, desde el preescolar hasta la educación media, en un sistema que reconoce la diversidad y las potencialidades de las zonas rurales del país.

R.N.A.: ¿Y en cuanto a la educación superior para las gentes del campo?

M.V.A.: Garantizar las trayectorias educativas completas requiere también el fortalecimiento de la educación superior rural. La meta para estos cuatro años es incrementar el tránsito de la educación media a la superior de esta población, de 22% en el 2017 a 26% en el 2022, y para ello se busca desarrollar alianzas con las instituciones de educación superior, el sector productivo, organizaciones sociales y otros sectores de gobierno.

R.N.A.: ¿En concreto cuáles son las metas del Plan Desarrollo en materia de educación rural?

M.V.A.: Las principales son: disminuir en 7.5% la brecha entre la cobertura rural y la urbana; fortalecer 50% de las residencias escolares; beneficiar a 1.9 millones de estudiantes con alimentación escolar; reducir a 4.2% la tasa de analfabetismo; dar educación integral a 500 mil niños entre 0 y 6 años; aumentar la tasa de cobertura de la educación media rural a 83%, y atender a 336 mil jóvenes en el Programa Generación E.

R.N.A.: ¿Cuáles son los alcances del trabajo colegiado que se viene haciendo con distintos ministerios?

M.V.A.: Uno de los mayores desafíos para el logro de transformaciones significativas y sostenibles en el campo, donde es necesario el acceso equitativo a bienes y servicios públicos de manera integral, es la acción articulada de los diferentes sectores del Estado. El modelo diseñado por el gobierno a través de los PDET, se orienta al logro de metas claras y medibles en los asuntos centrales del desarrollo rural para los 170 municipios más afectados por la pobreza y la violencia: ordenamiento social de la propiedad rural y uso del suelo, infraestructura y adecuación de tierras, salud, educación, atención integral a la primera infancia, vivienda, agua potable y saneamiento básico, reactivación económica y producción agropecuaria.

Un ejemplo de este trabajo articulado lo constituyen los avances en materia de transporte escolar rural, que es un elemento fundamental para garantizar el derecho a la educación de la población infantil y juvenil rural y rural dispersa. Los ministerios de Educación y Transporte trabajan articuladamente, con el fin de establecer zonas diferenciales para la prestación de este servicio.

Expedida la Ley de Transporte Escolar Rural (2033 del 2020), que busca garantizar a los niños de territorios de difícil acceso un transporte para que puedan asistir a las sedes educativas, el siguiente paso consiste en definir las condiciones técnicas y operativas para la prestación del servicio en las zonas diferenciales, con estándares de calidad, oportunidad y pertinencia, de acuerdo con las particularidades geográficas y de acceso de cada zona del país.

R.N.A.: ¿Cómo va la modernización de la infraestructura educativa de las zonas rurales?

M.V.A.: Hemos priorizado más de 669 obras de mejoramiento, con un presupuesto de más de $200.000 millones, en una inversión orientada a mejorar la infraestructura de baños, comedores, cocinas y residencias escolares en esos colegios rurales que presentan deterioro físico por el uso, desgaste, antigüedad, emergencias, factores ambientales, falta de mantenimiento, etc.

Entre los criterios para la asignación de las obras se contemplan: colegios ubicados en las zonas con mayores índices de pobreza multidimensional y con mayores necesidades básicas insatisfechas, y los municipios localizados en las zonas PDET y en las zonas más afectadas por el conflicto armado (Zomac).

Ya hemos hecho más de ciento setenta visitas de diagnóstico, e iniciamos treinta y cinco obras de mejoramiento en colegios rurales de veintitrés municipios, en ocho departamentos. Las mejoras incluyeron cambio de pisos, cubiertas y pintura en las aulas de clase, cambio de cubiertas, pisos y enchapes en el comedor escolar, cambio de grifería en las baterías sanitarias y un nuevo sistema de filtración y bombeo que mejorará la calidad del agua para el consumo humano.

R.N.A.: ¿Desde el Ministerio, cómo se ve el estado de la alimentación escolar en las zonas rurales?

M.V.A.: Para el Plan Nacional de Desarrollo el Programa de Alimentación Escolar (PAE) es una de las principales estrategias que inciden de manera positiva en la acogida, el bienestar y la permanencia escolar (particularmente en niños en situación de pobreza y residentes en zonas rurales). El país pierde cuando un estudiante tiene bajo logro educativo, se rezaga o deserta del sistema. El PAE tiene como meta alcanzar en las zonas rurales una cobertura de 1.9 millones de estudiantes (siendo la línea de base 1.6 millones en el 2017). Ya en el 2019 se lograron atender 1.8 millones cumpliendo el avance programado.

Ahora bien, para los pueblos indígenas, con la Resolución 018858 del 11 de diciembre del 2018, se crea un hito en la alimentación escolar, pues ha permitido una operación del programa a partir del fomento y rescate de los hábitos y costumbres alimentarias de los pueblos indígenas.

En el 2019, la Mesa Nacional de Compras Locales para el PAE logró avanzar en quince departamentos con la firma de acuerdos entre asociaciones de pequeños productores y operadores, por un valor de $15.505 millones. Para el 2020, se priorizaron dieciséis departamentos, con énfasis en el abordaje de municipios PDET.

También debo decir que el gobierno nacional creó el 14 de febrero la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar. “Alimentos para Aprender” (Uapa), encargada de fijar y desarrollar la política en materia de alimentación escolar. En cumplimiento de sus objetivos, esta instancia trabaja en el 2020 en las siguientes líneas estratégicas, entre otras: evaluaciones de lo normado y desarrollado del PAE indígena para continuar su mejoramiento; diseño de estrategia y elaboración de material para cultura alimentaria en zona rural dispersa; diseño para funcionamiento del PAE en zonas rurales dispersas no indígenas.

R.N.A.: ¿En qué consiste el proyecto de residencias escolares?

M.V.A.: Las residencias escolares son una estrategia de acceso y permanencia ofrecida por un establecimiento educativo durante el calendario académico. Contempla los servicios de hospedaje, alimentación, cuidado y aprovechamiento del tiempo después de la jornada escolar. Esta estrategia se implementa en treinta entidades territoriales de veintitrés  departamentos. En el 2019 existían 569 sedes educativas con 35.375 estudiantes internos.

El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 plantea la transformación de los internados, comenzando por su denominación: residencias escolares, que cuenten con espacios educativos de calidad y condiciones dignas, que vinculen a las familias y aporten a la construcción de proyectos de vida viables y con oportunidades. En línea con lo anterior, el Ministerio construyó en el 2019 una propuesta de lineamientos para las residencias escolares, que viene siendo ejecutada desde 2019.

Las residencias escolares reciben por estudiante interno registrado en el Sistema Integrado de Matrícula (Simat), 25% de asignación especial del Sistema General de Participaciones (SGP). En el 2019, se contempló un adicional de 50% de la tipología para más de trescientas residencias de Amazonas, Putumayo, Guaviare, Vaupés, Guainía, Vichada, Arauca y Casanare, por su alta dispersión. Esto llevó a un incremento de 76.8% de los recursos de internados para estas entidades territoriales certificadas: algo más de $27.000 millones. Estos recursos pueden invertirse en infraestructura, dotación de mobiliario y pedagógica, alimentación y gastos de personal.

Para el 2020, se proyecta el fortalecimiento de la gestión territorial, institucional y pedagógica de los establecimientos educativos rurales que implementan la estrategia de residencia escolar, con el fin de cualificar la atención para promover y acompañar la permanencia escolar, la reducción de la deserción y el rezago de los estudiantes residentes en el marco de la emergencia sanitaria por el covid-19, la reglamentación de las residencias escolares, la consolidación de los lineamientos y orientaciones para la prestación del servicio, y la cualificación de por lo menos noventa residencias escolares.

R.N.A.: ¿Cómo ha evolucionado la doble titulación?

M.V.A.: El Programa de Doble Titulación en la Educación Media, tiene como propósito cerrar la brecha de acceso a la formación técnica, promover la continuidad en la trayectoria educativa y facilitar una inserción laboral pertinente, en un proceso progresivo de renovación de la educación media. Hoy, el programa cuenta con más de 4.006 instituciones, y alcanza 44% de los jóvenes que cursan grados 10 y 11 en los establecimientos educativos oficiales del país. Su oferta en el sector rural es de 33.6%, y en el urbano de 66.4%. Más de 50 mil jóvenes de zonas rurales, con foco en las subregiones PDET, cuentan con oferta de doble titulación. El Valle es el departamento con mayor número de estudiantes matriculados en el programa de doble titulación (10.4%). Seguido por Cundinamarca (10%) y Antioquia y Bogotá (9.3%, respectivamente).

En el 2019, 142 mil estudiantes obtuvieron su doble titulación, y en el 2020 llegaremos a más de 300 mil, para completar 650 mil en el 2022.

R.N.A.: ¿De qué manera el Ministerio está encarando la pandemia del covid-19 en las zonas rurales?

M.V.A.: El Ministerio se ha ocupado de definir las pautas que permiten hacer la gestión para asegurar la operación del servicio y ofrecer el soporte técnico para avanzar en los procesos educativos de los niños y jóvenes. Con este fin, ha formulado y divulgado ampliamente orientaciones, en procura del desarrollo de estrategias de trabajo académico en casa.

Las estrategias se han ido estructurando con el rigor propio de la planeación educativa, teniendo en cuenta las particularidades de cada territorio (urbano, rural, rural disperso), las características de la población (campesina, étnica, migrante, víctima u otras) y las condiciones de conectividad y acceso a nuevas tecnologías. La estrategia incluye tres acciones:

  1. Curaduría y disposición de material de apoyo pedagógico.El Ministerio ha adelantado un proceso de selección de materiales entre las estrategias y programas que ha desarrollado con éxito en los últimos años, como “Todos a aprender”, “Leer es mi cuento”, “Retos para gigantes” y “Secundaria activa”, entre otros. Adicionalmente, y para el acceso virtual, ha preparado un repositorio de contenidos digitales denominado “Aprender digital: Contenidos para todos”, a través del cual se puede acceder a más de 80 mil recursos educativos.
  2. Acceso a herramientas y material pedagógico.En los casos en que los estudiantes y familias tengan conectividad y acceso a material digital, los docentes identifican y usan las herramientas y contenidos pertinentes para cada nivel educativo. Pero para quienes no tienen conectividad y TIC, el Ministerio ha dispuesto recursos adicionales en los Fondos de Servicios Educativa (Fose) de las instituciones educativas, para la impresión y distribución de guías de aprendizaje, talleres o libros de texto.
  3. Contenidos en medios masivos para todos. Estamos haciendo uso de medios masivos (radio y televisión, pública y privada), para diversificar las formas de acercar a los niños, adolescentes y jóvenes al aprendizaje y al disfrute del tiempo libre. Actualmente, se está transmitiendo por Señal Colombia, en la franja infantil Mi Señal, contenidos que han sido programados junto con el Ministerio, pensando en la población que no tiene acceso a medios digitales.

R.N.A.: Por falta de conectividad y de equipos (tabletas, computadores) en las zonas rurales, la educación virtual se complica demasiado. ¿Qué está haciendo el Ministerio para cerrar esa brecha tecnológica?

M.V.A.: Hemos afrontado esta situación en conjunto con el MinTIC, lo cual ha permitido avanzar en la conectividad de las zonas rurales del país, mediante del Proyecto Nacional de Acceso Universal para Zonas Rurales de esa cartera. Con este proyecto se pretende llevar conectividad a internet a cerca de 10 mil centros poblados hasta el 2029, y al cierre del 2020 se espera tener instaladas las primeras 2 mil conexiones.

Pero hay otras estrategias, entre las cuales menciono: 1) Navegación gratuita de la versión móvil de la Plataforma Aprender Digital Colombia Aprende, sin consumir datos, para los usuarios con servicios de telefonía móvil (voz y datos) en la modalidad de prepago y pospago. 2) Programa de Última Milla, enfocado a llevar internet a bajo costo a hogares de los estratos 1 y 2, y con el cual se hace un llamado a los estudiantes para que revisen quién presta el servicio en su municipio, y llamen para adquirirlo. 3) Entrega, por parte de las carteras de Educación y TIC, y Computadores para Educar, de computadores con contenidos educativos de la Plataforma Aprender Digital. Entre  mayo y junio se entregaron 83.345 de esos aparatos, priorizando docentes y estudiantes de zonas rurales.