Revista Nacional de Agricultura
Edición 1005 – Julio 2020

En esta exquisita baya azul, reconocida en el mundo entero por sus atributos de salud, el país tiene una gran oportunidad para avanzar en la diversificación de sus agroexportaciones.

Aunque el arándano llegó al país a mediados de la década de los noventa, desde hace muy pocos años –no más de un lustro–, comenzó a aparecer en el radar de los productos que más rápidamente se pueden posicionar nada menos que en los grandes mercados de élite. América del Norte, Europa y Asia, fascinados con esta deliciosa y saludable baya azúl, vienen incrementando su demanda con el paso de los días, mientras que el mercado nacional aparece igualmente promisorio. Chile, Perú y México, ejemplo de visión para los negocios, tampoco se durmieron en este caso y convirtieron rápidamente al arándano en importante fuente de agrodivisas.

La Asociación Colombiana de Cultivadores de Blueberries, Asocolblue –que por cierto nació en el 2015 como un acto de fe en el arándano: varios de sus fundadores ni siquiera tenían cultivos–, es la organización gremial más representativa de la industria del arándano en el país. Cuenta con veintisiete asociados que corresponden a 50% del área cultivada en el país, que llega a 500 hectáreas. Hablamos con Camilo Lozano, su presidente.

Revista Nacional de Agricultura: ¿Cuál es la situación del cultivo del arándano en Colombia?

Camilo Lozano: El cultivo ha evolucionado de manera dinámica y satisfactoria, por el gran potencial que ofrecen los mercados externos. Se estima que en la actualidad hay sembradas en el país unas 500 hectáreas, principalmente en Cundinamarca y Boyacá (por partes iguales), y en Antioquia se ven unos ejercicios, que en su conjunto tal vez no superan las 50 hectáreas. De esas 500 hectáreas, 200 corresponden a proyectos con vocación exportadora.

Esta es una actividad muy joven en Colombia, al punto que el promedio de la edad de los cultivos puede estar cerca de los dos años, para una producción de algo más de mil toneladas anuales.

R.N.A.: ¿En dónde están los más grandes mercados?

C.L.: Prácticamente, en el mundo entero, pero el mayor es el estadounidense, con un consumo anual superior a un kilogramo por persona; después está el europeo (250-300 gramos) y luego el asiático (menos de 50 gramos), pero según estudios internacionales, este va a ser el de mayor crecimiento. Un per cápita de 50 gramos es poco, pero el número de consumidores es enorme en China y otros países.

Para el 2017, más de la mitad de las exportaciones mundiales correspondían a Chile, Perú y Argentina, con 108, 48 y 16 millones de kilogramos, respectivamente. En Europa, España aparece con 48 millones de kilogramos exportados. Otros países, aunque con menores volúmenes, también desempeñan un papel importante en el comercio de esta fruta: Polonia (11.3 millones de kilogramos), Marruecos (8.5 millones) y México (3.5 millones).

Por su parte, los mayores compradores son Estados Unidos y Canadá, con 121 millones de kilogramos, que equivalen a cerca de 45% del total mundial. En Europa, el Reino Unido, Alemania y Holanda, hacen 35% de las importaciones globales, con 34, 34.3 y 24.5 millones de kilogramos, respectivamente.

R.N.A.: ¿Quiénes integran las grandes ligas del arándano?

C.L.: Estados Unidos (137.500 toneladas), Chile (110 mil), China (93 mil) y Perú (79 mil), son los principales productores mundiales. En cuanto a superficie sembrada, aparece China en primer lugar desde el 2018, con 55.344 hectáreas, seguida de Estados Unidos (45.735), Chile (15.700), Canadá (12 mil) y Perú (7.900)

R.N.A.: ¿A dónde llega hoy el arándano colombiano?

C.L.: Tenemos admisibilidad en Estados Unidos, pero entrando por New Jersey, debido a restricciones por mosca de la fruta, ya que esta es una plaga cuarentenaria. Gracias a que tenemos buenas relaciones con dicho país, estamos buscando que se reduzcan las condiciones de admisibilidad, entre otras razones, porque en Colombia hay zonas libres de ese insecto. Esto nos permitiría desbloquear otros puertos para llegar con precios más competitivos.

También ha salido arándano colombiano hacia Europa, Rusia y Qatar, y se están abriendo otros mercados, como el canadiense, con cuyas autoridades fitosanitarias estamos trabajando para negociar protocolos de bioseguridad.

En los tres últimos años, las exportaciones colombianas han crecido de manera vertiginosa: US$13.518 en el 2018, US$37.073 en el 2019, y US$630.106 en los cinco primeros meses del 2020.

Como la logística y la cadena de frío son tan necesarias para garantizar la vida del producto, los proyectos de mayor escala ya están usando la vía marítima, en vista de que el servicio aéreo ofrece dificultades porque no hay suficiente logística con frío y es muy costoso.

R.N.A.: ¿Qué se necesita, aparte de volúmenes y calidad, para que Colombia se posicione en los mercados internacionales?

C.L.: Necesitamos política pública. Necesitamos condiciones para competir contra Chile, Perú y México. Si no abordamos esto como una política pública al fomento, al comercio, a las inversiones, al desarrollo de conocimiento, a la articulación de la cadena, las cosas van a ser más difíciles para esta naciente industria. Esa política pública debe permitir crédito, asistencia técnica, apertura de mercados, redes de frío, infraestructura portuaria, carreteras, etc.

Aquí debo decir que en los últimos años las instituciones del Estado han sido receptivas a escucharnos sobre las oportunidades que tiene el arándano, gracias a lo cual hemos recibido apoyo de los ministerios de Agricultura y Comercio, la Vicepresidencia de la República, Procolombia, el ICA y la Embajada de Colombia en Washington, así como del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Aphis (por sus siglas en inglés). Así, se han podido fortalecer los procesos de certificación de predios exportadores y examinar asuntos como la mosca de las frutas y la admisibilidad a los mercados estadounidense, canadiense, europeo y asiático.

R.N.A.: ¿Pero el mercado nacional también es atractivo?

C.L.: Por sus grandes atributos de salud, el arándano es cada vez más apetecido por el consumidor nacional, pero su alto precio impide que importantes segmentos poblacionales puedan acceder a la fruta, aunque estamos convencidos de que con el paso del tiempo el arándano irá estando más al alcance de los colombianos. Hace tres años creíamos que cuando llegáramos a 400 hectáreas el mercado nacional se iba a saturar, pero no fue así.

R.N.A.: ¿Cuáles son las principales barreras de entrada al negocio del arándano?

C.L.: La inversión (la hectárea puede estar $250-500 millones, dependiendo del método de producción que se elija), el desconocimiento de los factores de producción, técnica, suelos, fertilización y los canales de comercialización (las personas tienen ganas, recursos y pueden producir, pero no saben a quién venderle).

R.N.A.: ¿Hay capitales nacionales dispuestos a invertir?

C.L.: Sí. Grandes inversionistas colombianos, incluso de los sectores petrolero y energético, han estado entrando al negocio. Pero también hay extranjeros interesados, que ven a Colombia como una plataforma para atender sus mercados, ya que aquí tienen producto las cincuenta y dos semanas del año. El inversionista internacional, aparte de que cuenta con los recursos económicos, lo que le permite tomar decisiones más rápido, tiene más visión porque ya dispone de canales de comercialización, mientras que el colombiano los tiene que construir.

Ya existen inversiones significativas y actores de talla internacional como lo es Horifrut, el programa chileno con gran avance (ver página 32), al igual que la empresa norteamericana Driscolls. Con seguridad, llegarán más inversiones de actores referentes del mercado internacional en nuestro país.

R.N.A.: ¿Cuáles son los tres más grandes desafíos que tiene por delante la industria del arándano en Colombia? 

C.L.: a) La unidad gremial. b) La articulación institucional, la difusión del conocimiento y abrir los ojos para que pasemos de la articulación de la oferta institucional existente a la creación de una política pública enfocada a las necesidades del arándano. c) El registro de moléculas de herbicidas y plaguicidas específicas para arándano, requisito indispensable para la certificación de los predios de exportación. Me refiero a que usted tiene una plaga o una enfermedad y sabe que hay una molécula que la ataca, pero el laboratorio productor del agroquímico no la ha registrado para arándano. Esto constituye un importante cuello de botella para nuestra la industria.

El arándano, un súperalimento 

Ayuda a reducir el riesgo de sufrir cáncer. Es antiinflamatorio. Rejuvenece, por los antioxidantes que contiene. Previene enfermedades neurodegenerativas. Ayuda a luchar contra la diabetes. Favorece la presencia de colesterol bueno. Reduce la presión arterial. Mejora la vista. Ayuda a reducir la grasa. Cuida la piel. Ayuda a reforzar el sistema inmunológico, especialmente por su contenido de vitamina C. Contribuyen a mantener una buena memoria.