Revista Nacional de Agricultura
Edición 1021 – Diciembre 2021

Seré un presidente de barrios y veredas 

Oriundo de Cali, este ingeniero industrial (Universidad Autónoma de Occidente), fundador de la Iglesia Misión Paz y de la Corporación Universitaria para el Desarrollo Social y Empresarial, Cudes, llegó al Senado de la República en el 2018.

Mi legado.

Al país quiero dejar un legado de competitividad, de inclusión, de oportunidades para el campo colombiano. Creo que el campo debe tener un horizonte muy amplio para poderse desarrollar.

Trabajaré con mayor intensidad una política de regalías.

Como senador, cuando se hizo la reforma al Sistema General de Regalías, puse como prioridad las vías terciarias, el saneamiento básico, distritos de riego, pero metieron otras cosas que son importantes y que suenan bien, como los proyectos agrícolas. Yo insistiré en una reforma a dicho sistema, para enfocarlo a que solamente se puedan financiar proyectos agrícolas, siempre y cuando aquella alcaldía, aquella gobernación, pueda probar que las vías terciarias, los distritos de riego, el acceso a la energía y al agua y otras necesidades de los campesinos, fueron atendidas.

No descarto un referendo.

De ser necesario, buscaremos un referendo para el establecimiento de los modelos salarial y laboral del campo colombiano, porque un mecanismo de esta naturaleza obliga a los gobiernos siguientes a respetar lo que disponga el pueblo. Yo creo que el campo necesita un escenario de flexibilización que le reconozca la competitividad por sector y por región, con un acompañamiento mínimo al emprendimiento rural. La promoción y el impulso a las formas asociativas en el sector rural también estarán presente en mi gobierno.

Voy a multiplicar por cinco el Fondo Emprender.

La economía colombiana, no de ahora, sino de siempre, ha descansado en la fuerza y en el amor de la mujer. Ellas, que hacen 52% de la población del campo, aportan mucho al desarrollo agrícola, razón por la cual no podemos darles la espalda. Para la mujer del campo tendremos unos importantes instrumentos de inclusión que tienen que ver con productos bancarios para la financiación de emprendimientos, pero también el Fondo Emprender del Sena, que hoy maneja $100.000 millones, lo vamos a multiplicar por cinco y la mujer será beneficiaria de manera proporcional. A la mujer del campo la vamos a privilegiar y acompañar.

No volverán a ocurrir los bloqueos a las carreteras.

Lo digo porque uno de mis compromisos de gobierno será fortalecer la inteligencia y contrainteligencia del Estado, para anticiparnos a situaciones de esa naturaleza. Pero además seré un presidente de los barrios y las veredas, porque quiero estar en permanente contacto con la gente para saber lo que le está pasando. El Conpes de Juventud, por $33.5 billones fue una iniciativa nuestra que tuvo eco en el gobierno nacional, por lo que cuando sea presidente de la República lo voy a desarrollar plenamente.

Cuando hay una política pública de convivencia ciudadana, con un presidente presente en barrios y veredas, y existe una articulación con alcaldes y gobernadores para llevar deporte, educación, cultura, emprendimientos, etc., pues la ciudadanía se va a sentir escuchada, y atendida. En este sentido, también desarrollaré el concepto del “buen vecino”. De la mano de ustedes, de los trabajadores, de la gente que ama a Colombia, vamos a impedir que grupos delincuenciales hagan de las suyas. En esta línea, vamos a tener una gran cercanía con los sectores, con los gremios, con los trabajadores, lo que nos va a permitir tenerle el pulso medido a la ciudadanía. Estos estallidos sociales ocurren cuando la gente no ha sido escuchada, cuando se le han hecho promesas y no se le ha cumplido, aunque esto no justifica la violencia.

Colombia va a tener un presidente que salió de un barrio de invasión.

Yo vengo de un barrio de invasión de Cali, aguanté hambre, pasé dificultades, cuidé carros, vendí frutas y verduras, pero nunca cometí un delito. Estudié de noche; hice primero una carrera técnica, después estudié ingeniería industrial y luego una maestría en gestión en la Universidad de los Andes y recibí un Doctorado Honoris Causa en Sicología de Familia. Colombia va a tener un presidente que salió de un barrio de invasión. No acepto un lenguaje odio ni de lucha de clases. Colombia tiene que pasar la página del odio para abordar la página del amor. Pasar la página de la guerra para abordar la página de la paz.

Fusionaré la mitad de las agencias del Estado.

Mi candidatura es autónoma e independiente, justamente para no deberle nada a la clase política tradicional, y deberle todo a la ciudadanía. Por eso, necesitaré 10 mil funcionarios de primer nivel, sin distingo de partido, para transformar la manera de gobernar a Colombia. No permitiré las cuotas burocráticas. Aquí en Colombia la meritocracia debe ser un fundamento inequívoco de garantía para el ejercicio de un estado eficaz. El 80% de las consejerías que tiene hoy la Presidencia de la República no sirven para nada. Como mínimo fusionaré la mitad de las agencias del Estado, porque voy a reducir la burocracia, a reducir gastos del sector público que no se necesitan.

No aceptaré las vías de hecho.

Yo voy a tener una mesa de desarrollo económico, compuesta por los gremios, los empresarios, las pequeñas y medianas empresas y demás grupos de la sociedad colombiana, y los órganos de control y seguridad del Estado. Mesa enfocada a mirar sectores y regiones, para obtener el pulso permanente de las cosas que están ocurriendo. No voy aceptar las vías de hecho porque estamos en un Estado social de derecho. Aquí hay un deber ser. Aquí hay un debido proceso. De tal manera que seré un presidente que le dará a la ciudadanía todas las garantías y que respetará la Constitución y la Ley. Obviamente tenemos una situación con los campesinos y con algunas etnias, que deben ser atendidas para que no ocurran situaciones indeseadas. Voy a tener una Alta Consejería para las Etnias.

Con relación al comercio internacional.

Lo primero que quiero decir es que voy a acabar con el contrabando. Quien contrabandee en Colombia, sea contrabando nominal o contrabando técnico, se va para la cárcel porque este delito afecta el derecho al trabajo de los colombianos. Ahora bien, el país tiene al menos veintiséis departamentos que subutilizan su capacidad exportadora, por lo que hablaré con ustedes para que tengan la oportunidad de desarrollar ese potencial. Tampoco tiene sentido tener un canciller, un ministro de Agricultura y un ministro de Comercio, si no abren mercados.

Entonces, lo que hay que hacer es aprovechar los tratados comerciales existentes, en vez de satanizarlos. Como Colombia tiene un desbalance comercial de 28%, lo que hacer debemos es subir nuestra capacidad exportadora, aprovechando los beneficios arancelarios para cerca de 5 mil productos que dice Procolombia que tenemos, y de los cuales solo los aprovechamos en 500. No veo tan claro subir los aranceles, porque aumentarían también para los productos agrícolas. Confieso que me quiero quedar con Monómeros Colombo-Venezolanos porque producen 38% de algunos insumos para el campo, los fertilizantes, 45% de otros y 60% de otros. A eso no debemos darle muchas vueltas. Si ustedes me ayudan, nos quedamos con esa empresa.