Revista Nacional de Agricultura
Edición 1021 – Diciembre 2021

Aquí, un muy apretado resumen de la larga, provechosa, compleja, diversa y hasta frustrante gestión de la SAC a lo largo de estos 150 años de existencia. 

Para este especial sobre los 150 años de la SAC quisimos contar la historia institucional a través de una línea de tiempo, que tenía que ser muy sinóptica, porque siglo y medio de existencia da una narración demasiado extensa. Así, tratamos de documentarnos lo más posible, en un ejercicio que nos llevó a revisar, primero, todas las ediciones de El Agricultor –órgano de divulgación de nuestra entidad, cuya creación aparece en la misma Acta de Constitución de nuestra institución, el cual comenzó a circular en 1873–, y después, la totalidad de los números de la Revista Nacional de Agricultura, que viene a sustituir a El Agricultor a partir de 1906.

Línea de tiempo llena de vacíos y sobresaltos porque durante toda su existencia, El Agricultor estuvo dedicado por entero básicamente a la divulgación de conocimiento sobre el manejo de animales y cultivos y la difusión de nuevas tecnologías (para eso fue creado), por lo que dejó de lado el registro del resto de actividades propias de la SAC, que tuvieron que ser muchas y agobiantes, razón por la cual nos fue imposible mostrar la gestión institucional. Con la aparición de la Revista Nacional de Agricultura, que tenía formato de periódico, no se abandona el componente técnico, pero comienza a dejar ver parte del trabajo de la SAC, sin ser un medio noticioso; nunca lo ha sido.

Pero el asunto se complica en extremo, cuando a partir de 1980, la revista sufre un drástico cambio para convertirse en una publicación dedicada al análisis de los grandes temas que gravitaban sobre el sector agropecuario, con densos trabajos propios y colaboraciones de reconocidos expertos del mundo de la economía y otras disciplinas, que llevaron a que algunos números de esta publicación se acercaran a las trescientas páginas. La Revista Nacional de Agricultura de ese entonces también era juiciosa en mostrar los completos análisis de coyuntura (trimestrales, semestrales y anuales), uno de los grandes ejercicios de la SAC. Como consecuencia de lo anterior, poco se sabe de la gestión cotidiana de la institución, más allá de lo que se alcanza a extraer de algunos editoriales. Seguramente, esa historia está contada en boletines de prensa.

Pero algo más dificultó la construcción de la historia que nos proponíamos contar: la circulación de la revista comenzó a ser muy irregular: por un tiempo fue trimestral, en otro momento lo fue cuatrimestral, y hasta llegó a aparecer dos veces al año.

Hacia 1990, de nuevo la Revista Nacional de Agricultura sufre un cambio, pero continúa sin contar la actualidad de la SAC, y en el 2015, otra vez se le introducen sustanciales modificaciones al contenido, pero igualmente, sin permitir hacerle un seguimiento al trabajo institucional a través de sus páginas. Ya a partir de septiembre del 2017, nuestra publicación –a la cual nuevamente se le introducen cambios sustanciales–, mantiene un mejor registro de ese acontecer.

Advertido todo lo anterior, a continuación, el resultado de dicho trabajo, que además estuvo marcado por la consabida limitación de espacio. Las seis primeras notas deben verse algo así como un marco de referencia a la historia de siglo y medio de existencia de la SAC:     

Así eran los Estados Unidos de Colombia.

Cuando nació la SAC, Estados Unidos de Colombia estaba conformado por nueve estados soberanos: Boyacá, Antioquia, Cauca, Bolívar, Cundinamarca, Panamá, Tolima, Santander y Magdalena, con una población de 3.2 millones de habitantes. Era un país de 1.331.250 kilómetros cuadrados, casi 200 mil kilómetros más de lo que hoy comprende Colombia, puesto que de su territorio hacían parte algunas porciones de Brasil y Perú.

Un país rural.

Tal era la importancia de la agricultura para el país, que de los 3 millones de personas que lo habitaban, 2.5 millones vivían de la explotación del suelo. Esto lo dice Salvador Camacho Roldán, uno de los fundadores de la SAC, en uno de sus estudios sobre economía agrícola. Por ese entonces, la quina, el tabaco y el café, constituían los principales productores de exportación del país.

Éramos muy pobres.

En 1870, Estados Unidos de Colombia estaba entre los países de más bajo ingreso per cápita en América: US$100 (poder adquisitivo de 1950), frente a Estados Unidos (US$339), Jamaica (US$137). Esto se lee en Economía y poder, de José Antonio Bejarano (q.e.p.d.), quien fuera presidente de la SAC.

La SAC una de las instituciones más antiguas del país.

Pocas instituciones superan en antigüedad a la SAC, y son universidades, colegios y hospitales. Universidades: Santo Tomás (Santafé de Bogotá,1550), Javeriana (Santafé de Bogotá, 1604), del Rosario (Santafé de Bogotá, 1653), de Antioquia (Medellín, 1803), del Cauca (Popayán, 1827) y Nacional (Bogotá, 1863). Colegios: San Bartolomé (Santafé de Bogotá, 1604), La Enseñanza (Santafé de Bogotá, 1786), Boyacá (Tunja, 1822), Santa Librada (Cali, 1826), Americano (Santafé de Bogotá, 1869) y La Esperanza (Cartagena, 1870). Hospitales: San Juan de Dios (Santafé de 1723).

Nace el Banco de Bogotá.

En noviembre 18 de 1870, es decir once meses antes de ser fundada la SAC, abre sus puertas la primera institución financiera del país: el Banco de Bogotá.

Las agro-organizaciones más antiguas de América.

En esta parte del mundo, solo cinco organizaciones gremiales del sector superan el siglo de existencia: Sociedad Nacional de Agricultura, SNA (Chile, 1838), Sociedad Rural Argentina (1866), Asociación Rural de Uruguay (1871), la SAC (1871) y la Asociación Rural de Paraguay (1938)

Casi de desintegra la SAC.

En la administración del general Julián Trujillo Largacha (1878 y 1880), la SAC prácticamente se desintegra, puesto que fueron nombrados en el gobierno nacional, tres importantes directivos de nuestra institución: Salvador Camacho Roldán, presidente, como secretario del Tesoro y Crédito Nacional; Juan de Dios Carrasquilla, secretario, como director del Departamento de Agricultura, y Carlos Michelsen como comisario de Agricultura.

Dos presidentes de la SAC participaron en la Guerra de los Mil Días.

Son ellos: Antonio Samper Uribe y el general Federico Tovar Ibáñez. El primero, estuvo al frente de la SAC en 1920, y el segundo, en 1925. Samper terminó recibiendo el grado de general por su desempeño en los combates de Fusagasugá, Sibaté y Tibacuy, localidades cundinamarquesas. Tovar fue uno de los primeros cultivadores de café en Cundinamarca.

Gobierno autoriza a la SAC a crear un banco.

Esto ocurre en 1906 en el gobierno de Rafael Reyes, en respuesta a la solicitud formulada por la institución, preocupada por la grave situación económica que vivía el país, en buena medida, causada por la Guerra de los Mil Días (1899-1902). Con esta entidad –que se llamará Banco de Crédito Territorial– se busca aumentar el medio circulante.

SAC pide crear el Ministerio de Agricultura.

En 1911, durante la instalación del Primer Congreso Nacional Agrícola, al cual asiste el presidente de la República, Carlos E. Restrepo, se solicita la creación de la cartera de Agricultura. Por ese entonces el presidente de la SAC era Francisco Opina Álvarez. La petición se hizo realidad tres años más tarde.

Se necesita seguro contra la guerra.

En 1911, la SAC propone el establecimiento de un seguro que proteja a los productores del catastrófico efecto de los conflictos armados. “…la causa de mayores pérdidas en la agricultura es, sin duda, la guerra. Las labores de las grandes haciendas quedan por lo general paralizadas por falta de brazos. Hay cierta clase de cosechas que pueden salvarse de la ruina, como las de café, pero esto no acontece con otros productos”.

SAC insiste en emisión de cédulas hipotecarias.

En 1915, nuestra institución vuelve a insistir ante el gobierno nacional en la necesidad de emitir cédulas hipotecarias de pequeño valor, debido a la inexistencia de cajas de ahorros, lo que obligaba a la gente “a tener en alcancías varios millones de pesos oro”. Así, dichos capitales, no solo podrían colocarse a interés, fomentando el ahorro, sino que ayudarían a mover la propiedad raíz, “con lo cual se disminuiría en gran parte la situación creada por la guerra europea, que cerró los pocos créditos de que disponíamos los agricultores”.

La SAC trae la telefonía rural.

En 1907, el país da los primeros pasos para crear en el país una red telefónica rural que comunicara la capital de la República con fincas de los municipios cundinamarqueses de Fusagasugá, Viotá y El Colegio. La idea, que surgiera de algunos miembros de la SAC, fue apoyada, inicialmente, con la creación de una junta encargada de adelantar las averiguaciones pertinentes. Diez años después (1917), y luego de haber tenido que superar múltiples obstáculos, se había conseguido comunicar telefónicamente con Bogotá a diecinueve haciendas de Fusagasugá, Viotá y Anapoima.

Obligación.

Por medio de la Ley 74 de 1927, se establece en cada capital departamental una sociedad de agricultores, filial de la SAC.

Nacen otras instituciones gremiales.

Cincuenta y siete años después de que naciera la SAC, comienzan a aparecer otras organizaciones gremiales: Federación Nacional de Cafeteros (1927), Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC (1935), Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria (1936), Asociación Nacional de Industriales (hoy, Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi (1944), Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco (1945), Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, Anato (1949) y la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales, Acopi (1952).

La nueva SAC.

En 1966, en el XIII Congreso Agrario Nacional, que tiene lugar en Neiva, la SAC decide modificar sus tradicionales normas, con el fin de acomodarse a las exigencias del sector agropecuario, para lo cual establece una junta directiva con amplia representación de los diferentes gremios. Por ese entonces ya existían la Federación Nacional de Cafeteros, la Federación Nacional de Trigueros, la Sociedad Colombiana de Ganaderos, la Distribuidora Nacional de Azúcares, la Asociación Colombiana de Piscicultura y Pesca, la Asociación Colombiana de Holstein Friesian, la Asociación de Exportadores de Café, la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, la Asociación Colombiana de Ganado Normando, la Asociación Colombiana de Criadores de Caballos, la Asociación Colombiana de Ganado Cebú y la Asociación Colombiana de Ganado Pardo Suizo, la Federación Colombiana de Ganaderos, la Asociación Colombiana de Cultivadores de Caña de Azúcar, la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Santa Gertrudis, la Federación de Cacaoteros, la Federación de Cultivadores de Cereales, la Asociación Colombiana de Cultivadores de Papa y la Asociación Colombiana de Incubadores.

En 1937, se aclara la situación jurídica de la SAC.

Se concluye que es una asociación privada y autónoma, que participa del carácter oficial como cuerpo consultivo del gobierno, mas sin ser por ello una institución oficial. Por lo tanto, sus empleados no pueden invocar la Ley 10 de 1934

El aporte oficial no alcanza.

El presidente de la SAC, Laureano García Ortiz (1937), dice que el auxilio oficial que recibe la institución es el mismo que recibía en 1909. Con los $1.000 que pagan los socios no se cubren los costos de funcionamiento.

La SAC pide apoyar el censo de 1938.

Pero lamenta que el de 1928 haya sido un fracaso. Dicho censo costó la enorme cifra de $800 mil, que se perdieron porque sus resultados no fueron aprobados por el Congreso. Así las cosas, el país sigue usando las cifras del censo de 1918. El nuevo censo estará a cargo de la recién creada Dirección General del Censo Civil.

Datos de la Colombia de 1939.

Por ese entonces, el país tenía 8.6 millones de habitantes, importaba $8.5 millones en productos agrícolas, tenía sembradas 1.5 millones de hectáreas, en pastos había 26 millones de hectáreas, y la producción agropecuaria valía $370 millones.

Una Junta muy distinta a la de hoy.

Al cierre de la década de los cuarenta, la Junta Directiva de la SAC estaba conformada así: el ministro de Economía Nacional, el secretario de la SAC, doce miembros de esta, los jefes de los departamentos de Agricultura y Ganadería, y los gerentes de la Caja de Crédito Agrario, el Fondo Nacional de Ganadería, el Banco Hipotecario y el Instituto de Crédito Territorial, ICT.

No a la importación de alimentos.

La SAC apoya campaña de la Contraloría para evitar la importación de alimentos que se pueden producir en el país. Entre dichos bienes se mencionan ajo, cebolla, avena, fríjol, arveja, garbanzo, hortalizas, frutas, lenteja, papa, arroz, cacao y trigo. Entre 1938 y 1941, Colombia importó $18.8 millones en alimentos, reveló el contralor Alfonso Romero.

Medias de seda en vez de comida.

Nos afanamos más por montar una fábrica de medias o por utilizar el hierro viejo de una siderúrgica que por sembrar arroz, caña, papa y legumbres que suplan la deficiente producción nacional. Las palabras son del presidente de la SAC, Alfonso López, en la Asamblea de la institución.

Ante el ataque alemán a Colombia.

En junio de 1942, la SAC manifiesta su rechazo e indignación y respalda al gobierno nacional, “teniendo en cuenta que la soberanía de la Patria ha sido herida a traición en el ataque aleve ocurrido el 23 del presente mes de junio, cuando un submarino alemán atacó en las islas de San Andrés y Providencia a la goleta colombiana Resolute y asesinó cobardemente a sus ocupantes”.

Cambio de estrategia.

La SAC decide no tratar de mover más a las autoridades por medio de proposiciones y recomendaciones, por lo inoperante del sistema, y opta por entregarles estudios sobre las materias objeto del interés específico. Bajo este sistema ya ha tratado asuntos como la seguridad rural, el seguro de cosechas, el pago de los sueldos de los alcaldes por parte de las gobernaciones, entre otros.

La SAC consiguió llantas para los productores del campo.

Esto fue gracias a una gestión ante el ministro de Obras Públicas. Se trata de llantas para maquinaria y los vehículos que los agricultores destinen al negocio, así como para los camiones lecheros.

Escuchada la SAC.

Por decreto del 11 de mayo de 1943, el gobierno crea la Guardia Rural, como cuerpo especial de la Policía Nacional, con el fin de brindarle seguridad al campo. Se cumple así un viejo anhelo de los agricultores y ganaderos del país.

Vicepresidente vitalicio.

En abril de 1943, la SAC nombra al vicepresidente de Estados Unidos, H. Wallace, Presidente Honorario Vitalicio de la institución. “Es mi ferviente esperanza que los principios de cooperación agrícola interamericana a que hace referencia vuestra bondadosa comunicación de fecha 21 de abril adquieran cada vez más trascendencia a medida que aumentan la fraternidad interamericana y la cooperación de todas las esferas. Acepto con verdadero placer el honor que se me confiere”, dice Wallace. Su nombre comenzó a figurar desde entonces en la bandera de esta revista, pero fue suprimido unos años más tarde, sin que se sepan los motivos.

Exitosa misión a Estados Unidos.

Regresa al país la misión que el gobierno nacional envió a Estados Unidos para contratar dos empréstitos, uno por $10 millones, para el fomento agrícola, y otro por $2 millones para el plan de carreteras. Integraban la misión, el presidente de la SAC, Miguel López Pumarejo, y el gerente de la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero. Destino del crédito agrícola: aguas, montaje de una planta de abonos, producción de insecticidas y plaguicidas y la creación de un crédito agrícola de emergencia.

Vivienda digna obligatoria.

La SAC le propone al Congreso la expedición de una ley que haga obligatoria la construcción de viviendas higiénicas para los obreros o arrendatarios en las haciendas, y que el Instituto de Crédito Territorial, ICT, proporcione facilidades a los propietarios para cumplir con tal obligación.

Seguro de vida.

Para mejorar las condiciones de vida de los agricultores, la SAC establece un seguro de vida colectivo, con el respaldo de la Compañía Colombiana de Seguros. Valor de las primas: hasta 20 años de edad, $10.25; hasta 30, $11.23; hasta 50, $20.20; después de 70, $89.11.

SAC presenta la Plataforma Agraria.

La iniciativa dice que son indispensables las siguientes medidas, entre otras: organización intensiva de la enseñanza agronómica; mejoramiento de los centros de investigación y estaciones experimentales; creación de los servicios rurales de protección (salas de maternidad, puestos de socorro, asistencia médica); implantación de un plan de colonización y parceleros; impulso a la vivienda campesina; creación de las secretarías de agricultura y ganadería; establecimiento del seguro de cosechas; incremento del uso de los abonos verdes; estímulos al sector cooperativo.

La SAC, busca edificio propio.

En julio de 1946, la institución anuncia que construirá su sede propia, a pocas cuadras de la Plaza de Bolívar. La obra, que costará $900 mil, se financiará mediante la venta de acciones cuyo valor unitario es de $1, y con el arriendo de oficinas y locales.

La importancia de la meteorología.

La SAC elevó a la categoría de imperiosas las investigaciones meteorológicas, “por suministrar ellas un contingente precioso de datos para las industrias agropecuaria y manufacturera, así como para la aviación aéreas”. En consecuencia, le pide al Congreso una ley para la creación del Consejo Nacional de Meteorología.

La Casa del Agricultor.

En el V Congreso Agrario Nacional se propone promover la construcción de la Casa del Agricultor en cada municipio donde funcione una sociedad de agricultores. La idea es que en dicha casa el agricultor encuentre un almacén de provisión agrícola, hospedaje, pesebreras, bodegas, etc. En la Casa del Agricultor también funcionarían las oficinas de la respectiva sociedad de agricultores.

La SAC, con estampilla.

El 20 de mayo de 1949 sale la estampilla de correos conmemorativa de las Bodas de Diamante de la SAC. En ella aparece la efigie de Juan de Dios Carrasquilla uno de los fundadores y primer presidente de la SAC. La iniciativa fue idea de José Vicente Dávila Tello, ministro de Correos y Telégrafos.

La soya, una opción de negocio.

La SAC pide fomentar el cultivo de la soya, que se produce en la Estación Experimental Agrícola de Palmira desde 1929. Se acepta que Colombia está atrasada casi un siglo en el conocimiento de esta oleaginosa, frente a lo cual nuestra institución anuncia que emprenderá una intensa campaña en pro de su cultivo y aprovechamiento, para lo cual le pide ayuda al gobierno nacional.

Se necesita el Instituto Nacional del Cacao.

La SAC solicita que el Ministerio de Agricultura defina un plan de largo alcance para el fomento del cultivo de cacao, y sugiere con tal fin conformar una Comisión del Cacao, presidida por el ministro de Agricultura, que conduzca a la creación del Instituto Nacional del Cacao, con una partida no menor a un millón de pesos.

La SAC le pide a Avianca no aumentar fletes.

La solicitud se basa en el efecto sobre los ingresos de los productores de leche, que vieron en octubre una fuerte alza en dichos fletes. El aumento del transporte fue del ciento por ciento por ciento para el queso y la mantequilla, en el trayecto Bogotá-Cúcuta, y de 80% para Bogotá-Cali, Bogotá-Medellín, y otros. Pero igualmente protesta por el incremento, también del ciento por ciento, en el valor de los fletes del ferrocarril.

Exención a las propiedades rurales.

En 1958, la SAC le solicita a la Junta Militar (estamos en el gobierno de Rojas Pinilla), eximir del pago del impuesto predial a las propiedades que por razón de la violencia fueron abandonadas por sus propietarios o que, por la misma causa, no hayan podido ser usufructuadas por estos. Dicha exención no solo debe cobijar el periodo durante el cual los dueños fueron privados de la posesión de sus fincas, sino por un lapso de seis meses más a partir de la recuperación de las mismas.

Hay que fomentar la ovinocultura.

El Ministerio debe comprometerse con una campaña para el fomento ovino, en vista de las grandes posibilidades que ofrece el país para esta actividad. El planteamiento es de la SAC, al cual se unen industriales de Medellín, encabezados por Indulana y Everfit, con la creación de la Investigadora Lanera, pues quieren ahorrarse una cuantiosa importación de esta materia prima.

Más Sena para el campo.

Es necesario que el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, le preste al sector un mayor apoyo y cooperación a los planes de capacitación profesional que actualmente se adelantan en todos los departamentos. Dice la SAC que esa capacitación debe ser práctica y objetiva, y que los centros de capacitación se constituyan en explotaciones altamente representativas de lo que debe ser una finca.

Los mismos problemas de hace nueve décadas.

“Estos problemas que afectan al campo y a sus gentes son los mismos que movieron al grupo de patriotas que hace noventa años atrás fundaron la SAC. No imaginaron ellos que su movimiento viviera tanto tiempo, como tampoco que un siglo más tarde los agricultores de Colombia estén bregando por hallar solución a los mismo problemas”. Las palabras son de Enrique Ancízar, presidente de la SAC, en un discurso pronunciado en 1961.

SAC se opone a la importación de automóviles con dólares oficiales.

“Nos ha causado sorpresa la medida de autorizar sin limitaciones de ninguna especie la importación de automóviles de uso particular, con certificados de cambio, porque la compra de dichos bienes no corresponde a una de tantas urgencias que afronta el país con respecto a importaciones esenciales para apoyar el desarrollo económico. No alcanzamos a explicarnos la inusitada decisión, señor presidente”. Apartes del texto de una carta que la SAC le hizo llegar Guillermo León Valencia, presidente de la República.

La unión hace la fuerza.

En carta a los directorios políticos, treinta gremios piden estímulos, como exenciones tributarias, para la agricultura y la ganadería. Esto, porque consideran que los programas de la reforma social agraria son de lenta ejecución y no podrán mejorar en corto tiempo la deficiencia crónica de la producción. Así mismo, solicitan esa exención para toda empresa que amplíe sus instalaciones productivas y para las fábricas nuevas. Entre los firmantes aparecen Acopi, SAC, Afidro, Andi y los Exportadores

Hay que atajar el secuestro.

El presidente de la SAC, Manuel Castellanos, en marconigrama dirigido al presidente de la República, Guillermo León Valencia, se pronuncia frente al creciente fenómeno del secuestro y el robo. “De no frenarse el negocio del secuestro, crecerán el ausentismo, la descapitalización y el cambio de inversión y oficio por parte de las empresas agrícolas. Se necesita una reforma judicial que termine con la impunidad, antes de que esta termine con el país, y que se den seguridades claras y definitivas de que las tierras debidamente explotadas no serán expropiadas”, dice.

No al IVA.

La SAC rechaza la manera como se viene aplicando el impuesto a las ventas, que se ha hecho extensivo a todos los elementos que utilizan los agricultores y ganaderos del país. Si no se toman medidas, eximiendo de dicho impuesto a esos ítems, será inevitable un reajuste general de precios para los víveres, que son el sustento de la población colombiana.

Rechazo a la renta presuntiva.

Dice la SAC que la renta presuntiva llevará al país a una situación más grave que la que se trata de remediar. “Este impuesto a las inversiones rurales tendría como base principal los avalúos catastrales, que se han hecho, se hacen y se harán con base en precios excepcionales de transacciones de propiedades rurales”, dice el pronunciamiento. El tributo, agrega, cae muy mal, cuando los agricultores y ganaderos no cuentan con una renta mínima por las contingencias del trópico, la inseguridad, la falta de mercadeo organizado y la ausencia de precios de sustentación.

Se pide crear un impuesto único para el campo.

La SAC acepta la invitación del gobierno a presentar sus observaciones a la reforma tributaria. En memorando, propone la creación de un impuesto único territorial sustitutivo de todos los tributos que operan sobre la agricultura, tales como el predial, patrimonio, renta y complementarios. De esta forma y con base en los avalúos catastrales, el campesino pagará solamente un porcentaje sobre el valor de la tierra, lo cual simplifica y facilita la liquidación del impuesto.

Los nuevos salarios mínimos.

Estos serán los salarios mínimos que regirán a partir del 1° de agosto de 1969, para la agricultura y ganadería: Cesar, Magdalena, Meta, Tolima, Valle y Guajira ($11.70). Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Córdoba, Cundinamarca, Huila, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander y Sucre ($11.20). Cauca, Chocó y Nariño ($10.00).

¿Sin solución a la vista?

En carta al presidente de la República, Misael Pastrana Borrero, el presidente de la SAC, Carlos José González, le dice: “En Colombia, 47.5% de la población vive en el campo. A pesar del esfuerzo hecho por los distintos gobiernos para proveer de techo a los habitantes de las ciudades, aún no se ha podido resolver el problema. Nos preguntamos: ¿cuál será el déficit habitacional en el campo, si se han invertido unos $6.500 millones por el sector público en el área urbana y solamente $380 millones en el sector rural en la última década?

Imprevisión del gobierno

Ante la grave escasez de fertilizantes, la SAC se dirige al ministro de Agricultura, J. Emilio Valderrama, en los siguientes términos: “No entendemos cómo por falta de previsión se presentan situaciones como esta. Creemos que la producción de fertilizantes compuestos, urea y otros, cuyos precios internos son más altos que los internacionales, no responden a las necesidades de los agricultores. Reclamamos soluciones a este grave problema”.

Metas.

Al cumplir su primer centenario, en esta revista aparece un aviso, según el cual la SAC busca: crédito suficiente y justo; vivienda campesina decorosa; educación y salud para el campo; seguro de cosechas; creación del Banco de Fomento Agrícola. Y desde luego, las garantías mínimas para el trabajo de las gentes de campo, dentro de la justicia social.

¿Por qué la carestía de alimentos?

Responde la SAC: a) por la sistemática campaña en contra de productor del campo, b) por las alzas exorbitantes autorizadas a los insumos, mientras que se amarran los precios de los productos agrícolas, c) por la agitación desatada en el campo, lo cual crea desestimulo e incertidumbre, d) por la inutilización de la tierra, provocada por la política del Incora.

Peligrosa paradoja.

Frente a rumores de una posible reducción del Certificado de Abono Tributario (CAT), la supresión del mismo o la aplicación de modalidades que tenderían a limitarlo, la SAC le expresa su preocupación al gobierno nacional por esta paradoja. La amenaza se da justo cuando la opinión pública ha recibido con entusiasmo el Plan Cuatrienal de Exportaciones, concertado entre gobierno y particulares. Si se modifica dicha política, el plan se derrumbará.

López y Gómez en evento de la SAC.

El que fuera calificado como el más importante acontecimiento de los últimos meses, el Foro SAC “El futuro está en el campo”, contó con la participación de Alfonso López Michelsen y Álvaro Gómez Hurtado.

Nace la Bolsa Agropecuaria.

En agosto de 1979 se firma el acta de constitución de la Bolsa Nacional Agropecuaria, BNA (después, Bolsa Mercantil de Colombia, BMC), acto al cual asistieron, entre otros, Alfonso López Michelsen, Álvaro Gómez Hurtado y el ministro de Agricultura, Hernán Vallejo Mejía. Se trata de una sociedad mixta, bajo la vigilancia de la Superintendencia Bancaria. Funcionará en Corabastos.

Se evita encarecimiento de las combinadas.

La SAC logra que se corrigiera la Decisión 57 del Grupo Andino (después, Comunidad Andina de Naciones, CAN), que pasó de 2% a 9% la carga arancelaria para las combinadas, que no se producen en el país. De no haberse hecho esta corrección, dichas máquinas se hubieran encarecido 30%.

Triunfo de la SAC

Suspendida la renta presuntiva. El gobierno excluye la totalidad de la aplicación del sistema de renta presuntiva, debido a las condiciones climáticas que se presentaron en todo el país en 1973. De todas formas, el gobierno insiste en gravar con 10% a los agricultores y ganaderos. “Es un tratamiento injusto y discriminatorio con el sector agropecuario”, dice la SAC.

Se busca el montaje de una planta de costales.

La SAC le presenta al ministro de Agricultura, José Raimundo Sojo Zambrano, un estudio de factibilidad para la instalación de una fábrica de empaques de fique, que vendría a solucionar el déficit anual de 10 millones de sacos, indispensables en las actividades agropecuarias. La escasez de costales ha llevado a pagar un recargo hasta de $40 en su precio. En 1973, la producción de estos empaques llegó a 30 millones de unidades.

Hay que explotar la roca fosfórica.

Interesada en que se explote la roca fosfórica, básica para la producción de fertilizantes, la SAC le entrega al Ministerio de Agricultura un estudio sobre el particular. En el mundo existe una escasez de fosfatos, lo que ha llevado a que los precios internacionales de los compuestos de fósforo se hayan triplicado. Colombia importó en 1973, 90 toneladas de roca fosfórica.

Una ayuda para los pequeños propietarios.

El gobierno nacional suspende los certificados de paz y salvo para los pequeños propietarios, requisito para la firma de escrituras, adjudicación de predios por prescripción extraordinaria de dominio y condonación de impuestos de sucesiones que tengan predios rurales no menores a 15 hectáreas, siempre que el patrimonio líquido de la sucesión no exceda los $300 mil.

Préstamos para los profesionales del agro.

El gobierno expidió, a instancias de la SAC, el decreto por medio del cual los profesionales del sector agropecuario que no sean propietarios, puedan adquirir finca hasta por un valor de $600 mil. La idea es estimular la llegada de sistemas avanzados al campo. La medida incluye ingenieros agrícolas, economistas agrícolas, veterinarios y zootecnistas. Quedan excluidos quienes hayan sido sancionados por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, debido al incumplimiento o falta de ética profesional.

Crece número de dieciocho sociedades departamentales de agricultores en la SAC.

En 1975, dieciocho de estas entidades habían ingresado a nuestra institución. Son ellas las de Antioquia, Atlántico, Boyacá, Bolívar, Caldas, Cauca, Chocó, Córdoba, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Quindío, Risaralda, Norte de Santander y Valle del Cauca.

SAC representa a Colombia en conferencia de la OIT.

El gobierno designa a Carlos José González, presidente de la SAC, representante de los empleadores nacionales en la 60ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se llevará a cabo en Ginebra, Suiza, el 13 de junio.

No al recorte del presupuesto del Minagricultura.

La SAC se dirige al ministro de Hacienda y Crédito Público, Rodrigo Botero, para manifestarle su contrariedad por los recortes en el presupuesto del Ministerio de Agricultura, que tendrían un efecto negativo en la producción por disminución del crédito. “Dicho recorte de $150 millones operaría sobre inversiones y no sobre gastos burocráticos”, manifiesta la SAC.

Ya podemos entrar al Gatt.

La SAC estima que se han cumplido las condiciones formales y materiales para el ingreso de Colombia al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, Gatt (después, Organización Mundial de Comercio, OMC), al cual pertenecen ochenta países. El comercio exterior colombiano sobrepasa los US$250 millones anuales, 78% de los cuales corresponden a productos de origen agropecuario.

Nueva política lechera.

Después de escuchar a la SAC y al sector de la leche, el gobierno pone fin a la errada política de precios políticos para el producto, que se mantuvo por más de treinta años, los dejó en libertad e inició una nueva política de beneficio social para grupos con menores ingresos. Con la libertad de precios se busca ante todo estimular la producción, en vista del descenso en la industria y en el hato.

SAC pide creación de Corporación de Ahorro y Vivienda Campesina.

Conclusiones del XX Congreso Agrario Nacional. Que Proexpo destine parte de sus recursos a proyectos de producción agropecuaria. Creación de la tarjeta de Crédito Agrario. Mantener la inversión forzosa de los bancos comerciales a tasas de interés no superiores a las actuales. Que la Junta Monetaria asigne los presupuestos del Fondo de Fomento Agropecuario, pero que su distribución por programas esté a cargo del Miniagricultura. Creación de la Corporación de Ahorro y Vivienda Campesina. Creación de centrales de abasto en Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Pereira y Cúcuta.

La SAC se traslada a la Torre Colpatria.

En 1980, es decir sesentaiún años después de promulgada la Ley 46, por medio de la cual se establece que, por los servicios prestados a la Nación, el gobierno dotará de sede propia a la SAC, esta se hace realidad, bajo el gobierno de Julio César Turbay Ayala, y la institución se traslada al piso 44 de la Torre Colpatria, donde permanece hasta el 2018. De la primera sede de la SAC no se sabe dónde estaba; la segunda, quedaba en la casa No. 281 de la Calle Real (Carrera 7ª); después, se traslada a la Calle 13 cerca de los claustros de Santo Domingo, y posteriormente, se muda a la Carrera 10ª con Calle 15.

El presidente de la República pasa a ser Presidente Honorario de la SAC.

Este es uno de los cambios introducidos en los nuevos estatutos de la institución, junto con el nombramiento del ministro de Agricultura como presidente de la Junta directiva. Igualmente, la SAC queda comprometida a propiciar la formación de seccionales de agricultores, ganaderos, piscicultores y silvicultores, departamentales, regionales y municipales.

Recomendaciones del Congreso de la SAC.

El V Congreso Agrario Nacional le formula las siguientes recomendaciones al gobierno de Julio César Turbay Ayala: revisión de la política económica; reformulación de la política sectorial; mejorar la inversión pública; reformular la política de precios.

Punto para la SAC en materia tributaria

En 1980, el gobierno acepta introducirle cambios a la reforma tributaria, que en gran medida acogen las recomendaciones que venían siendo sustentadas por la SAC, en beneficio del sector agropecuario en asuntos como renta presuntiva, estímulos a la inversión y fondos de comercialización.

Los agricultores, agobiados por el predial.

Ante las frecuentes quejas por los fuertes aumentos en los reavalúos catastrales efectuados por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Igac, el presidente de la SAC, Jorge Ospina Sardi, se pronuncia en los siguientes términos: “Parte del problema radica en que el Igac reavalúa los predios cada cinco años o más. Dado que en el tiempo que transcurre entre uno y otro reavalúo se altera sustancialmente el valor comercial de la tierra, los aumentos son significativos. Pero, además, el instituto no dispone de criterios definidos para determinar los nuevos valores.

SAC pide restructuración del Minagricultura.

“Es necesario acometer cuanto antes una profunda restructuración del Ministerio de Agricultura, con el fin de reforzar su capacidad de planificación. Si esto no se hace, será bien difícil garantizar la ejecución de las políticas definidas en el Plan Sectorial de Desarrollo y ejercer una adecuada coordinación de las actividades de las instituciones vinculadas y adscritas”. Lo dice Carlos Ossa Escobar, presidente de la SAC en el editorial de esta revista.

No al encarecimiento de los camperos.

Según la SAC, el acelerado deterioro de nuestras reservas internacionales y la intención del gobierno de proteger nuestra industria automotriz, lo han llevado finalmente a encarecer de forma desmedida los camperos. Lo primero que hizo el gobierno fue frenar la adjudicación de licencias para la importación de estos y de vehículos en general. El arancel pasó de 44% a 55% para los camperos no cabinados, se elevó su precio mínimo de importación y se les aumentó el impuesto a las ventas, en tanto que se redujo el correspondiente para los automóviles pequeños ensamblados en el país.

Los afiliados.

En 1980, eran afiliados a la SAC las siguientes instituciones: Asocolflores, Fedearroz, Federacafé, Fenalce, Asocaña, Sociedad de Agricultores de Santander, SAS, Analac, Fedepalma, Federalgodón, Banco Ganadero, Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle, SAG, Conalgodón, Augura y la Sociedad de Agricultores de Antioquia, Sada.

¿En qué país estamos?

El presidente de la SAC, Eliseo Restrepo Londoño, se dirige así al presidente de la República, Belisario Betancur Cuartas: Parecería que hubiera una intención deliberada de paralizar el crédito para el campo y así poder compensar la gran emisión monetaria que se ha venido haciendo para “salvar” a algunas entidades financieras. ¿En qué país estamos? ¿Cómo se pueden entender estas medidas, cuando la inflación se disparó en enero (1986), presionada por el alza de precios de los alimentos? ¿Por qué no se deroga la Resolución 90 de la Junta Monetaria para regresar a los agricultores a la situación que tenían en 1985?

Ante la muerte de Galán.

Declaración del sector agropecuario, a propósito del asesinato de Luis Carlos Galán, en agosto de 1989: “La SAC respalda las acciones del gobierno y confía en su persistencia y complementación, con el fin de que en esta oportunidad tengan plena efectividad. La SAC entiende que la solución a la crisis no es competencia exclusiva del gobierno, al cual rodea sin reservas, sino también de los demás integrantes de la sociedad, entre los cuales nos incluimos los hombres de campo. Y como no se trata de un compromiso retórico, estamos listos desde ya a hacer los sacrificios que nos correspondan”.

Hay que salir a los mercados externos.

Carlos Gustavo Cano, presidente de la SAC, se dirige al presidente de la República César Gaviria Trujillo: “Agotado el modelo de sustitución de importaciones, que significó un alto grado de discriminación en contra de las actividades rurales, y después de haber alcanzado autosuficiencia alimentaria en los principales rubros de la canasta familiar, la SAC considera imperativo penetrar más decididamente los mercados internacionales. No de otra manera podríamos disminuir la desocupación y las secuelas de índole social que ella genera, ni conquistar estadios más altos de bienestar”.

No podemos ser ingenuos.

 “Dejando de lado la teoría, el candor y la ingenuidad, el pragmatismo y la reciprocidad comercial deben ser signos que orienten nuestra política comercial agropecuaria, frente a la apertura económica. Emprender acciones unilaterales sin exigir similar conducta de parte de quienes nos la demandan, llevaría a la feudalización de nuestras áreas rurales, en beneficio de la producción foránea”. Pronunciamiento de la SAC, en 1991, ante la apertura económica.

La revaluación falsifica la apertura.

Así se titula un editorial de esta revista, del cual reproducimos las siguientes líneas: Las recientes medidas de orden cambiario han sido concebidas con propósitos meramente antiinflacionarios de corto plazo, sacrificando las metas de mediano y largo plazos. En este sentido, el espíritu de la apertura económica se ha falsificado en aras de una política de choque (…) Para la actividad agrícola, la revaluación del peso constituye un duro golpe a su capacidad exportadora de productos como el algodón, el banano, las flores, el azúcar, la carne y los derivados de la acuicultura, entre otros, a la vez que estimulará las importaciones masivas de cereales y oleaginosas.

En la recta final de la Ronda del Gatt.

En carta al presidente César Gaviria, la SAC le dice que no basta con conservar las tasas de crecimiento que ha alcanzado el sector en los dos últimos años, sino que es preciso consolidarlas y avanzar en la modernización de la actividad y disminuir sustancialmente los costos para que los productores puedan competir frente a los de países desarrollados. “Por ello, la misión que el país, en asocio con los vecinos del Grupo Andino, de la Aladi y del Grupo de Cairns, pueda adelantar durante los pocos meses que le queda a la Ronda del Gatt, merece la atención del gobierno”, agrega la misiva.

En octubre de 1991, la Cumbre Gremial Agropecuaria.

Es convocada por la SAC, ante el desconcierto frente a una serie de circunstancias que afectan el desarrollo del sector, especialmente asociadas a la violencia e inseguridad y a la forma como el gobierno ha encauzado los programas de apertura e internacionalización, así como al ajuste inflacionario. Se expide una Declaración que contiene las siguientes peticiones: derrotar la violencia y la inseguridad que agobian al país y al sector; corregir el rumbo incierto de apertura y la incoherencia de la política económica de corto y mediano plazos, y adoptar una estrategia de desarrollo para los Llanos Orientales, afectados por los permanentes cierres de la carretera Bogotá-Villavicencio. También la Cumbre Gremial Agropecuaria Expresa “su firme compromiso con el desarrollo de la nueva Constitución”.

Nace la Corporación Colombia Internacional, CCI.

Es obra de un grupo integrado por empresarios del agro, liderados por Carlos Gustavo Cano, quien poco antes había dejado la presidencia de la SAC. La iniciativa también fue apoyada por la Andi, Analdex, los ministerios de Agricultura y Comercio, Bancoldex y el Departamento Nacional de Planeación, DNP, entre otras instituciones. La CCI, concebida para facilitarles a los sectores agrícola y agroindustrial la inserción en los mercados externos, entre otros propósitos, se inspira en ProChile.

Pronunciamiento.

Con la expedición (1993) de la Ley General de Desarrollo Agropecuario y Pesquero, la historia agrícola del país ha quedado virtualmente dividida en dos (…) Dicha Ley viene a ser un instrumento expedito para que el país alcance su desarrollo armónico, pues evitará que a nuestros gobernantes los asalte la tentación de saltarse lo que ha sido una constante en prácticamente todas las economías avanzadas: la consolidación, primero, del sector agropecuario. Pero no nos llamemos a engaño. Una cosa es lo que reza la letra de unas normas, y otra, lo que ocurre en la práctica. En verdad, la Ley Agraria es apenas un instrumento que puede ser útil o no, dependiendo incluso del grado de voluntad o criterio de quienes deben aplicarlas. Palabras de César de Hart Vengoechea, presidente de la SAC

Plan para modernizar el agro.

Apartes de un mensaje dirigido a la SAC por el presidente de la República, Ernesto Samper Pizano: En cumplimiento de las propuestas formuladas a lo largo de la pasada campaña, reiteradas en mi discurso de posesión, hoy hemos aprobado en el Conpes y en el Consejo Superior de Comercio Exterior, un vigoroso plan dirigido a modernizar el sector agropecuario, para enfrentar la competencia internacional y defenderlo de las distorsiones prevalecientes en los mercados internacionales. Las medidas adoptadas también están encaminadas a atacar las carencias que ha mantenido a la población campesina en la miseria y marginada.

SAC apoya declaratoria del estado de conmoción.

Esto, ante la “cruel arremetida de la subversión armada y otras formas delincuenciales contra el conjunto de la sociedad”. Dice la declaratoria, firmada por el presidente de la SAC, Juan Manuel Ospina Restrepo: “Con las masacres de Urabá, los asesinatos del presidente de la Anuc y del presidente de Fedegan, José Raimundo Sojo, y del doctor Armando Maestre, entre otros, nuestra solicitud para que el gobierno es que haga uso de toda la autoridad de que está investido y enfrente a quienes se hallan empeñados en llevar al país al caos. Nuestro llamado al Congreso para que asuma con claridad y decisión la expedición de las normas especiales que la situación demanda”.

El lustro perdido para la agricultura nacional.

En el XXVIII Congreso Agrario nacional, que tuvo lugar en 1995, la SAC hace el siguiente pronunciamiento: “Los productores agropecuarios no dudan en calificar a los primeros cinco años de la década de los noventa como el quinquenio perdido de la agricultura colombiana, y responsabiliza al presidente Gaviria de adelantar una política inconsulta y arbitraria, a todas luces contrapuesta a los intereses nacionales, que desembocó en la crisis agraria de la cual no salimos”.

Un ministerio intervencionista.

En el XXVII Congreso Agrario Nacional, la SAC rechaza las pretensiones del gobierno Nacional, expresadas en su propósito de reglamentar el funcionamiento de los gremios de la producción y demás asociaciones del sector. Los alcances de los decretos 2716 y 938, ambos de 1995, rebasan las funciones del Ministerio de Agricultura, al encargarle la vigilancia de dichas organizaciones a la Oficina Jurídica de esa cartera.

Lista de afiliados.

La SAC comienza la década de los 2000 con los siguientes afiliados: Asocolflores, Asoporcicultores, Acosemillas, Acofore, Agameta, Augura, Asocaña, Asohofrucol, Acuanal, Analac, Cecora, Comité Departamental de Cafeteros de Cundinamarca, Conalgodón, Cooplatol, Coagro, Coagrometa, Coagronorte, Codegar, Coalcesar, Colyuca, Fedegan, Fedepapa, Fedellanos, Fiac, Fedearroz, Federacafé, Fedepalma, Fenalce, Fedefondos, Fedefique, Fundejur, Sada, Sagan, SAG-Valle, SAG-Cauca, Bolsa Nacional Agropecuaria, Colinagro, Central Castilla, Indupalma, Manuelita, Procaña y Palmas de Oriente.

El mal manejo de las negociaciones comerciales.

La SAC manifiesta su gran preocupación con respecto al manejo de las negociaciones comerciales internacionales de productos sensibles, particularmente en lo que se refiere a la reducción arancelaria y su exposición a la competencia externa sin la correspondiente eliminación de subsidios a las exportaciones y la reducción sustancial o eliminación de ayudas internacionales existentes en algunos países del hemisferio. Cualquier decisión que tome el gobierno equivocadamente, puede acarrear efectos supremamente graves para el desarrollo sectorial.

Se necesitan recursos para la agenda de competitividad.

La SAC le pide al gobierno que gestione los recursos necesarios para financiar la Agenda Interna de Competitividad, que cumple objetivos claros en la materia, con la asignación de responsabilidades y cronogramas definidos de ejecución de políticas, verificación de la implementación de programas por parte de las entidades responsables y mejor utilización de los recursos. Esto, para mejorar la competitividad, de cara al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

La “ley del embudo.

Dice la SAC que, a días de culminar las negociaciones del acuerdo comercial con Estados Unidos, el balance no es satisfactorio, ya que la única información certera a disposición del sector privado es que a pesar de habérsele ofrecido a ese país más de US$450 millones en acceso directo a sus productos, no contamos sino con un ofrecimiento de mil toneladas de tabaco. Hoy, vemos que no se han logrado establecer por parte del gobierno instrumentos para contrarrestar el efecto de las ayudas internas de Estados Unidos a sus productos, además de haber satisfecho la gran mayoría de solicitudes de ese país, como la oferta de 500 toneladas de maíz.

La pobre inversión extranjera en el campo.

Según la SAC, la inversión extranjera en el sector agropecuario sigue siendo mínima, y pide acciones del gobierno para que el país se consolide en este campo en el mapa internacional. La inversión extranjera directa en el país llegó en el 2011 a US$13.000 millones, de los cuales solo US$156 millones fueron destinados a proyectos agrícolas.

En defensa de los fondos parafiscales.

Así editorializó la SAC en el 2014: Para nosotros resultan incomprensibles los cuestionamientos a la existencia de los fondos parafiscales, pues se desconoce la gestión que a través de ellos se ha hecho en capacitación, transferencia de tecnología, innovación y sanidad. Según el Ministerio de Agricultura, de $1.1 billones recaudados de la cuota parafiscal en la última década, 80% se ha destinado a programas de dicha naturaleza en los sectores algodonero, arrocero, cerealista, cacaotero, cauchero, ganadero, porcícola, avícola, hortofrutícola, lechero y palmero.

Por las vías terciarias.

La SAC propone, además de un programa de vías terciarias, asignar al Invias la tarea de promover proyectos regionales y de asistencia técnica a las entidades territoriales en la estructuración y alcance técnico de sus planes de inversión en infraestructura. Igualmente, propone vincular a las organizaciones gremiales a los procesos de planificación y priorización, así como construir una veeduría ciudadana para vigilar el cumplimiento de los proyectos.

Los resultados de Eduagro.

En 1999, la SAC pone en marcha el Programa Educampo, que ha beneficiado a 335.320 productores del agro, con una cobertura de 98% de los municipios colombianos. Educampo, que contó con la colaboración del Sena, mejoró las capacidades de profesionales, técnicos y productores, en un esfuerzo por elevar la rentabilidad, sostenibilidad y la responsabilidad con la comunidad. Del total de beneficiarios, 34% eran jóvenes, 36% mujeres cabeza de familia, y 30% productores.

Las diez bases para construir la asistencia técnica.

La SAC fija entre sus principales objetivos para el 2015, que la asistencia técnica sea concebida más como un componente fundamental para el campo, es decir, que pase del papel a la acción, con propuestas estructurales, basadas en una estrategia de largo plazo, sin descuidar el corto y el mediano, y enmarcada en una política agraria del Estado. La asistencia técnica debe ser construida sobre diez acciones: obligatoriedad: coordinación interinstitucional; articulación con programas de inversión y desarrollo tecnológico; eficiencia y calidad; desarrollo sostenible; enfoques productivo y territorial; planificación; profesionalización del servicio; impulso asociativo; competitividad en el mercado.

Frente a la nueva institucionalidad.

La nueva institucionalidad del sector agropecuario, que se pone en marcha en el 2015, debe responder a los retos que este tiene por delante. Las tres agencias del Estado, creadas para ayudar a desarrollar el campo, necesitan contar con personas de visión de largo plazo y que administren adecuadamente los recursos asignados. Son ellas: el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, la Agencia de Desarrollo Rural, ADR, la Agencia Nacional de Tierras, ANT y la Agencia para la Renovación del Territorio, ART.

Para estimular la formalización empresarial.

La SAC hace una propuesta para estimular la formalización empresarial y la generación de empleo de calidad en el sector agropecuario, la cual contiene los siguientes puntos: 1) tarifa de 15% para el agro, 2) estabilidad en las reglas del juego en materia de incentivos tributarios, 3) inexistencia de límites para la deducibilidad de pagos en efectivo, 4) gravar con 5% los aceites y las grasas de la canasta familiar, 5) excluir del IVA a la maquinaria y equipos, 6) incentivo a la protección social de los trabajadores del campo , 7) controles a la parafiscalidad, 8) pasar los fertilizantes de bienes excluido a exentos, 11)  no gravar los apoyos al sector agropecuario.

SAC estrena estatuto.

En el 2017, la institución inicia un proceso de transformación que deberá llevarla a convertirse en una organización que potencie el desarrollo integral del sector, a partir de un cambio de visión: el mercado antes que la oferta, con la empresarización y la agroindustria como ejes de propuesta. Con tal propósito, introduce reformas a sus estatutos, que comprenden cambios en la estructura de la Junta Directiva y la organización, y la creación de nuevas categorías de afiliados. El nuevo presidente es Jorge Enrique Bedoya Vizcaya.

Frente a los acuerdos de paz.

Para construir una posición frente a la implementación de los acuerdos de La Habana, la SAC convoca a sus afiliados, al Consejo Gremial Nacional y al Consejo de Empresarios por una Paz Sostenible. Los planteamientos que salieron de este ejercicio fueron discutidos con el gobierno, con énfasis en la Ley de Tierras.

Por la dignificación del trabajador del campo.

La SAC le hace entrega a la ministra de Trabajo de un proyecto de ley de dignificación del trabajo rural y formalización de esta actividad. La iniciativa parte de la base de buscar un sistema de formalización de la contratación en el campo, que incorpore las realidades productivas y los diferentes sistemas de contratación que existen en el campo. La idea busca, además, contribuir a mejorar la productividad de la mano de obra y a motivarla a quedarse en el campo.

Más afiliados.

En marzo del 2017, la SAC crece con cinco nuevos afiliados. Se trata de la Federación Colombiana de Acuicultores, Fedeacua, la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, la Cámara de Procultivos de la Andi, la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche, Asoleche, y Motovalle Massey Ferguson.

Propuestas para una agropolítica.

La SAC presenta un portafolio de recomendaciones en materias de productividad, sostenibilidad ambiental, progreso social y construcción de la paz, cuyos destinatarios son el gobierno del presidente Santos y la administración que le siga. La agroindustria y el agro empresarial son el camino, como se llama este esfuerzo, comprende tres horizontes: 2017-2018, 2018-2021 y 2022-2023.

Propuesta al Plan Nacional de Desarrollo.

En noviembre del 2018, la SAC hace entrega al nuevo gobierno de Iván Duque Márquez, del documento que contiene su visión del sector agropecuario para los siguientes cuatro años. La propuesta tiene como eje central que el Estado, en su conjunto, tenga una concepción transversal del campo, de tal manera que le permita al gobierno disponer de un plan de acción detallado. Además, busca el fortalecimiento del Ministerio de Agricultura.

Las “gremiatones.

En un esfuerzo nunca antes visto, la SAC reúne en el 2019 a las organizaciones gremiales afiliadas con Finagro, el Banco Agrario, el ministro de Agricultura (Andrés Valencia) y el Sena, para acordar el trabajo que se hará de manera conjunta en beneficio del sector. Las “gremiatones”, como fue bautizado este esfuerzo, se desarrolla por medio de reuniones individuales de media hora entre los presidentes de las organizaciones gremiales y las cabezas de dichas instituciones oficiales y su equipo de trabajo.

Trabajo mancomunado.

La SAC y el Dane vienen comprometidos desde el 2017 en un trabajo orientado a mejorar y ampliar la información del sector agropecuario. Lo que se pretende es que la SAC pueda disponer de más información cualitativa, proveniente del gobierno nacional, y a la vez aportarle al Dane una información más depurada, obtenida de los afiliados.

SAC le entrega al presidente propuestas para el agro.

Catorce días antes de jurar como presidente de la República, Iván Duque Márquez se reúne con la SAC en pleno para escuchar de primera mano las preocupaciones del sector rural y ratificar lo que propuso en campaña. Al primer mandatario de la Nación le fue entregado el documento Apuestas para la transformación del campo, que contiene propuestas de carácter transversal en asuntos que directa o indirectamente tienen incidencia en los sectores rural y agropecuario.

Junta de la SAC en  Casa de Nariño.

A la reunión también asisten los ministros de Agricultura, Ambiente y Comercio Exterior y la directora del Ideam. Al presidente Duque se le exponen los temas que los agricultores consideran prioritarios, tales como despolitización de las entidades públicas; nuevo enfoque de la política agropecuaria; presupuesto del sector, seguridad jurídica para la propiedad rural; dignificación del trabajador del campo; crédito; infraestructura agropecuaria; vías terciarias; contrabando; mercados internacionales.

Gremiatón” con la Upra.

Veintitrés afiliados a la SAC participan en una reunión con la Upra, bajo el esquema de las “gremiatones”, para examinar asuntos relacionados con la planificación eficiente del uso del suelo y la adecuación de tierras, el conflicto por el uso de la tierra para la actividad agrícola, entre otros.

La SAC en China.

El presidente de la SAC y las cabezas de Asohofrucol, Porkcolombia, Augura, Asocolflores, Federacafé, La Fazenda, Corpohass y Fedegan, son invitados por el presidente de la República, Iván Duque, a una gira por China, programada para incrementar el intercambio comercial, abrir nuevos mercados y atraer inversión a nuestro país. Esto ocurre en julio del 2019.

Congreso de la SAC.

En diciembre del 2019, tiene lugar en Bogotá el 39 Congreso Nacional Agropecuario. La agenda del evento recorrió los más importantes temas que constituyen el centro de atención para el sector en los frentes económico, del comercio exterior, laboral, ambiental y formación del recurso humano, entre otros.

La dura prueba del coronavirus.

El 26 de febrero del 2020, el país comienza a vivir una inédita historia con enormes repercusiones negativas en toda la vida nacional: la presencia en el país del covid-19, que está en plena expansión por el mundo entero. Ante esto, el gobierno nacional recurre a drásticas medidas para contener la expansión del virus, como toques de queda, cierre de aeropuertos, suspensión de las clases presenciales en colegios y universidades, teletrabajo en muchas empresas e instituciones, cierre de bares y restaurantes, suspensión de espectáculos masivos, cierre de las fronteras con Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador y la prohibición de concentraciones de más de cincuenta personas, entre muchas otras. Y como se presumía que iba a suceder, el presidente Iván Duque declara el estado de emergencia (17 de marzo) para facilitar la adopción de medidas orientadas a enfrentar el grave problema de salud pública.

El campo, a la altura de las circunstancias.

Frente a la pandemia del covid-19, la SAC y sus afiliados asumen el compromiso de ayudar a garantizar la salud y el trabajo de los productores del agro, así como el correcto funcionamiento de toda la cadena de valor del sector, para lo cual emprenden distintas acciones, orientadas a la reactivación económica y a estimular el consumo. Lo cierto es que, pese a la grave coyuntura, nuevamente el sector agropecuario demuestra su gran capacidad de trabajar y le cumple al país en cuanto al suministro de alimentos y materias primas.

Propuesta de alcance nacional.

La SAC pide promover un gran acuerdo entre la Nación y los entes territoriales para invertir cerca de $6.8 billones, disponibles del Sistema General de Regalías (SGR) y pertenecientes a los departamentos y municipios, en el apalancamiento de un gran programa de reactivación rural, a través de la inversión en la rehabilitación y el mantenimiento de vías necesarias para la producción agropecuaria y agroindustrial. Con estos recursos, más los del gobierno nacional para asistencia técnica a las regiones, se ayudaría a la reactivación económica, en el marco del Programa Colombia Rural.

Las necesidades de información del agro.

En un trabajo de la Secretaría Técnica de la Mesa de Estadísticas Agropecuarias, de la cual hace parte la SAC, son identificadas las necesidades o demandas que actualmente tiene el sector agropecuario en materia de información, las cuales llegan a noventa y dos. Tienen que ver con: costos de producción; infraestructura, equipamiento y servicios sectoriales para la competitividad agropecuaria; agricultura campesina, familiar y comunitaria; riesgos agropecuarios, daños y pérdidas en el sector; crédito con enfoque diferencial; mujer rural; precios de productos agropecuarios; agrologística; servicio de extensión agropecuaria, y tenencia de la tierra.

La SAC entra a la formación virtual.

Arranca el Programa de Formación Virtual, ambicioso convenio suscrito entre la SAC y Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, dirigido a personas vinculadas a los gremios afiliados a la SAC. Los beneficiarios, localizados en ciento cuarenta y dos municipios de veinticuatro departamentos de Colombia, tendrán acceso a una formación de la más alta calidad, a través de la cual podrán desarrollar y fortalecer su capacidad de liderazgo, toma de decisiones, manejo del tiempo, inteligencia emocional, finanzas y manejo de equipos de trabajo, entre otros.

Trabajo solidario.

La SAC, cuatro de sus afiliados (Fenavi, Porkcolombia y Fedeacua) y la Federación de Fabricantes de Alimentos para Animales y Pequeños Productores Pecuarios,  Federal, unen fuerzas para crear el programa Echemos Palante. Con esta iniciativa se quiere contribuir a la creación de 2 mil empleos entre la población del campo menor de veinticinco años, afectada por dos hechos que golpearon al país en fuertemente en el 2020: los bloqueos a las vías en desarrollo del paro nacional, y la pandemia del covid-19.

Por bloqueos, el campo pierde $3.6 billones.

La cifra, correspondiente a mayo, es de la cartera de Agricultura, que también revela que hay 1.4 millones de familias campesinas amenazadas económicamente. Prácticamente para cerrar el triste e indignante capítulo del bloqueo a carreteras, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural dio a conocer un informe sobre las pérdidas y afectaciones que el citado hecho le ocasionó al campo colombiano durante mayo. La cosa es grave: las pérdidas contabilizaron $3.6 billones, hay 1.8 millones de empleos rurales en riesgo.

Leyes.

En un gran logro de las industrias del banano y de los cítricos, el gobierno nacional declara al fusarium R4 y al Huanglongbing (HLB), o “dragón amarillo” de los cítricos, enfermedades de interés nacional.  La trascendental medida se logra gracias a un esfuerzo conjunto entre la SAC, Augura y Asbama, y Asohofrucol.

Por el empoderamiento de la mujer del campo.

En desarrollo del proyecto suscrito entre el Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR), Acdi/Voca y la SAC, ciento setenta y dos mujeres emprendedoras de ocho municipios colombianos, concluyen un proceso de empoderamiento, que les permitirá mejorar sus actividades productivas y crecer en lo personal. La iniciativa, hace parte del programa Mujer Rural Emprendedora, inscrito en la agenda transversal de la SAC, denominada Apuestas para la transformación del campo, que hace parte del convenio de cooperación técnica firmado con Corporación Andina de Fomento, CAF, en el 2019.

Para lo que resta de la administración Duque.

Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, en su intervención ante la Asamblea General de la entidad, hace una relación de los asuntos pendientes en los que el gobierno del presidente Iván Duque (presente en el recinto), debe avanzar en los nueves que le quedan. Son ellos: vías terciarias, mercados internacionales, seguridad jurídica de la tierra, la inflación y la informalidad laboral en el campo, y solución definitiva a la situación de Colombia en la Comunidad Andina de Naciones, CAN, en la cual nuestro comercio es deficitario. Jorge Enrique Bedoya le pide al Duque, “concluir, concluir y concluir”.

Ya van sesentaiún presidentes.

Desde 1904 hasta nuestros días, la SAC ha tenido sesentaiuna administraciones. Cinco presidentes repitieron: Pomponio Guzmán, Enrique Ancízar Sordo, Jorge Ruíz Quiroga, Arturo Bonnet y Carlos Pinzón Urdaneta.

Los afiliados, hoy.

Cuando la SAC llega a sus 150 años de existencia, estos son sus afiliados: Acosemillas, AgroBio, Agropecuaria Aliar, Asbama, Asocaña, Asocolflores, Asohofrucol, Asoleche, Augura, Bolsa Mercantil de Colombia, BMC, Cámara Protección de Cultivos de la Andi, Casa Toro Automotriz, Clever Leaves, Colinagro, Conalgodon, Corpohass, Corteva Agriscience, Fedeacua, Fedearroz, Fedecacao, Fedepalma, Fedepanela, Fedepapa, Federacafé, Fenavi, Fiduagraria, Forest First, Grupo Diana, Porkcolombia, Procaña, SAG-Valle del Cauca, Udca, Vecol y Yara Colombia.

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Saludos.

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Asoleche.

Hoy queremos felicitar a la SAC, un gremio que durante 150 años ha representado, defendido y promovido los intereses del sector agropecuario colombiano y sus organizaciones gremiales. Desde Asoleche, estamos muy agradecidos de poder pertenecer a este gremio, y trabajar de la mano día a día en el fortalecimiento de la agricultura colombiana y el sector lácteo, aportando al desarrollo y crecimiento a nuestro país.

JUAN SEBASTIAN BARGANS, PRESIDENTE EJECUTIVO.

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Grupo Diana.

Creemos que la agroindustria encierra una de las claves para que el país pueda superar los retos que enfrenta en crecimiento, equidad, empleo y sostenibilidad. Una nación con un campo competitivo es una nación con herramientas para enfrentar las dinámicas de un mundo cada vez más volátil y globalizado.

En ese sentido, y en un contexto de recuperación social y económica, después de uno de los momentos más sensibles para la Humanidad y el pueblo colombiano, la trascendencia de una entidad como la SAC es esencial para todas las empresas que trabajan por el desarrollo del agro nacional. Desde el Grupo Diana reconocemos en la SAC una agremiación de total representatividad, que es capaz de interpretar la realidad del mercado nacional, las necesidades del agricultor y las oportunidades para el progreso de la agroindustria.

JAIME MURRA, PRESIDENTE.

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Fedecacao.

La SAC, desde sus inicios, tuvo como meta la tecnificación del agro colombiano, así como la consolidación de una sola voz que reuniera los principales actores del sector. En sus orígenes estuvo muy relacionada con el cultivo del café, por la relevancia de este producto, y posteriormente amplió su alcance a todos los productores del agro, e incluso tuvo incidencia en la creación del Ministerio de Agricultura, a principios del siglo XX.

La SAC es el gremio de mayor antigüedad en el país, pero también la voz del sector agrícola en Colombia, cuyo aporte al PIB nacional representa 7.7%. Hoy, aglutina a treinta y cinco gremios de la mayor relevancia en agro, lo que le ha permitido velar, en una sola voz, por los intereses de todo el sector.

En sus 150 años, Fedecacao le envía un saludo a la Sociedad de Agricultores de Colombia, a todos sus agremiados y a su presidente, seguros que la dinámica del agro continuará en auge como se vio durante el 2020, año de la pandemia, durante el cual el agro fue de los pocos que registró crecimiento, y esto gracias al trabajo arduo de todos los productores e integrantes de la agrocadena productiva, y sin duda de las acertadas políticas que la SAC ha promovido, en beneficio del agro colombiano.

EDUARD BAQUERO LÓPEZ, PRESIDENTE EJECUTIVO.

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Fenavi.

En nombre de Fenavi, extendemos nuestra más sincera felicitación a la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, en sus 150 años, y resaltamos la importancia que tiene en el país, gracias a su labor diaria de velar por los intereses de la agricultura colombiana.

Estamos orgullosos de formar parte de la SAC, y desde el sector avícola confiamos en que cada día el agro se va a seguir fortaleciendo, gracias a la gremialidad y el trabajo en equipo, lo cual se traduce en bienestar del sector rural, seguridad alimentaria para las familias colombianas y su aporte al PIB nacional.

GONZALO MORENO, PRESIDENTE EJECUTIVO.

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Fedepanela.

En este 2021, se conmemoran los 150 años de las SAC, la Sociedad de Agricultores de Colombia, gremio que ha hecho historia en nuestro país y que aglutina a las principales organizaciones del agro. Con su esfuerzo, con el liderazgo que viene ejerciendo durante todo este tiempo, ha permitido que diferentes renglones productivos sean un referente en la economía local y en la economía nacional, así como que muchos productores sigan teniendo ingresos y una vida digna en los campos colombianos.

Y una felicitación muy grande a la SAC, hoy, con su presidente de Junta Directiva, el Doctor Eduard Baquero, y su presidente, el doctor Jorge Enrique Bedoya, quien ha tenido una capacidad muy grande en todos los aspectos de gestión institucional, gracias a la cual la SAC sigue siendo referente para la sociedad colombiana. Gracias SAC por existir. Desde el subsector panelero comprendemos, entendemos y valoramos la importancia de la SAC y seguiremos aportando en la construcción de este gremio, que sin duda es el principal del sector agropecuario en el país.

CARLOS FERNANDO MAYORGA, GERENTE GENERAL.

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Porkcolombia.

La unión de las distintas actividades agropecuarias contribuye a construir un mejor país de la mano de quienes labran su tierra y alimentan sus animales todos los días. Hoy, debemos tener más claro que nunca que es el campo el que debe impulsar nuestra economía, a la vez que desde su desarrollo garantizamos la seguridad alimentaria de Colombia.

Con eso presente, es una gran noticia para el país que durante 150 años la SAC haya representado los intereses del campo colombiano y protegido el tejido empresarial construido durante décadas, pues tiempos difíciles como los vividos en los últimos dos años demuestran la importancia de la gremialidad y la unión del sector agropecuario.

A futuro, como Asociación debemos aunar esfuerzos para seguir la senda del desarrollo rural, el acceso al conocimiento, la empresarización del agro y la legalidad en cada una de las cadenas productivas. El objetivo es claro: dar mayores beneficios y garantías a nuestros productores para que cada día sea más viable formar empresas agropecuarias. Debemos trazar metas importantes y ambiciosas para atender los retos que nos imponen las nuevas tendencias de consumo, producción y sostenibilidad. ¡Continuemos trabajando incansablemente por la competitividad y prosperidad de la industria agropecuaria!

JEFFREY FAJARDO, PRESIDENTE EJECUTIVO.

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Fedepalma.

Desde Fedepalma, celebramos muy especialmente los 150 años de vida institucional de la SAC, haciendo entrega de la Orden de Mérito Palmero, en la categoría especial Grado Oro, máxima distinción gremial otorgada por nuestra Junta Directiva, como reconocimiento a su invaluable aporte a la promoción y defensa del sector agropecuario colombiano. Desde su afiliación en 1968, Fedepalma y la SAC han articulado esfuerzos en la defensa de los principios e intereses de la agroindustria de la palma de aceite, tarea que ha sido fundamental para nutrir y fortalecer la institucionalidad gremial de este sector.

Desde 1871, la SAC ha promovido ante las instancias nacionales e internacionales las más importantes iniciativas en beneficio del sector rural, en la constante búsqueda de condiciones propicias para el desarrollo agropecuario en un marco de sostenibilidad ambiental, económica y social. Sin duda, durante estos años de actividad gremial ininterrumpida, la SAC ha sido fiel a su visión de promover y defender por medio de la discusión pública los intereses de la agricultura, convirtiéndose en un motor para el crecimiento y consolidación del sector agropecuario colombiano; la promoción y fortalecimiento empresarial del campo; la creación de asociaciones gremiales agroindustriales y la difusión de conocimiento científico, técnico y de innovación; y la promoción del desarrollo rural.

Desde Fedepalma queremos expresar nuestras más sinceras felicitaciones por este primer siglo y medio de vida, pues es para nosotros un orgullo hacer parte de esta sociedad. ¡Que vengan muchos años más de trabajo, hitos y logros!

NICOLÁS PÉREZ MARULANDA, PRESIDENTE EJECUTIVO.

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Asocaña.

El sector agroindustrial de la caña felicita a la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, gremio que ha representado de manera exitosa los intereses del agro colombiano. Su liderazgo, determinación y trabajo incansable en la defensa de la producción nacional en sus 150 años de vida han sido definitivos para el fortalecimiento del campo.

Desde el sector agroindustrial de la caña siempre tendrá un aliado para continuar trabajando por el futuro de un sector crucial para la reactivación económica y la generación de empleo en el país.

CLAUDIA CALERO, PRESIDENTA

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Acosemillas.

Este año es especial para el sector agrícola colombiano. Se cumplen los primeros 150 años de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, durante los cuales su contribución al desarrollo del agro y al bienestar de sus campesinos, en tan múltiples frentes, ha sido enorme. Desde nuestro gremio hemos sentido ese empuje y protagonismo en la vida nacional, en la medida en que el sector agropecuario va ganando espacios en la economía y en la sociedad, como generador de crecimiento, riqueza y bienestar para el país y los colombianos. Nos sentimos bien representados gracias a ese liderazgo gremial que ha influido en decisiones importantes tomadas, que han desencadenado bienestar para el sector rural en general, y han garantizado la seguridad alimentaria de los colombianos.

Seguimos al lado de la SAC, luchando por la modernización del campo, para volverlo aún más competitivo y rentable, y lograr más apoyo decidido del Estado para dar seguridad a los productores agropecuarios.  ¡Que sean muchos años más!

LEONARDO ARIZA RAMÍREZ, GERENTE GENERAL.

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Fedearroz.

Desde Fedearroz, saludamos con especial afecto a la SAC, insigne agremiación que llega a sus 150 años de fundada. La SAC es una de los valiosos patrimonios de la Patria, al ser parte esencial de nuestra historia republicana, y permanecer en el tiempo como expresión de la voluntad y tesón de los trabajadores del campo, siendo ella misma un homenaje a la vocación agrícola de Colombia.

Fedearroz se siente orgullosa de hacer parte de la SAC y se une al júbilo de sus directivos y al de cada uno de sus funcionarios, reconociendo los múltiples esfuerzos que de manera permanente hacen para que esta institución se prolongue en el tiempo. En cada agricultor que siembra y en cada hoja que crece, se hace presente la SAC para seguir defendiendo los derechos de la Colombia rural, impulsar el  desarrollo económico y social de las  regiones y garantizar   la  seguridad y soberanía alimentarias del país. Fedearroz y la SAC, ¡unidos vamos por 150 años más!

RAFAEL HERNANDEZ, GERENTE GENERAL.

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Cámara Procultivos de la Andi.

La Cámara Procultivos de la Andi felicita a la SAC por sus 150 años de existencia, siglo y medio de trabajo por el campo colombiano. Para Procultivos es un honor ser parte del gremio de los gremios agrícolas, porque en los cuatro años de membresía hemos podido conocer y experimentar la importancia del trabajo conjunto y colaborativo para que el agro colombiano se convierta en líder mundial de exportaciones para abastecer los alimentos de los seres vivos. Así nos lo merecemos y así lo veremos, por lo que deseamos que sean más siglos juntos por el campo agrícola colombiano.

MARIA HELENA LATORRE, DIRECTORA EJECUTIVA.

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Bolsa Mercantil de Colombia, BMC.

Felicitamos a la SAC por sus 150 años de contribución a la generación de valor del sector agrícola y el desarrollo de la agroindustria colombiana.

La SAC ha tenido un papel fundamental y lo tendrá en los años venideros en el apoyo al crecimiento de sus agremiados, que tienen un gran potencial para ser motores del crecimiento nacional y para posicionar a Colombia como despensa alimentaria mundial.

En las discusiones de políticas públicas, la SAC juega un papel esencial. Sus opiniones son siempre escuchadas y sus aportes son valiosos para el desarrollo nacional. Este papel seguirá siendo central en los años venideros al continuar apoyando e impulsando políticas públicas que creen las condiciones propicias para el desarrollo del sector y el aumento de la competitividad. Muchas felicitaciones a la SAC y los mejores deseos.

MARÍA INÉS AGUDELO VALENCIA, PRESIDENTA.

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Procaña.

Hacemos un reconocimiento a la SAC como el gremio más antiguo del país. Lleva un siglo y medio ejerciendo un papel activo en defensa de los intereses de los productores del campo, estudiando y analizando proyectos de ley con el Congreso de la República, el Gobierno Nacional y el sector privado, para proveer las condiciones necesarias para que el sector agropecuario siga cumpliendo su labor de alimentar a Colombia.

Su principal fortaleza es la integración de un gran porcentaje de los gremios agrícolas y pecuarios, que, unidos, han consolidado el campo como una prioridad nacional. En los últimos cinco años su foco se ha centrado en fortalecer el trabajo con el Legislativo en la gestión de políticas públicas.

Procaña se une a la celebración de tradición, orden y pujanza de la SAC, inspiración de trabajo en equipo para lograr firmeza, estabilidad, seguridad y permanencia, visibilizando la importancia del agro en momentos coyunturales como la pandemia y los bloqueos nacionales, donde se ratificó aún más la importancia del sector.

MARTHA BETANCOURT MORALES, DIRECTORA EJECUTIVA

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Asocolflores.

La contribución de la SAC al desarrollo económico, social y medioambiental de nuestras comunidades agropecuarias y rurales es invaluable. Hoy, luego de 150 años de actividades, la SAC está más joven que nunca. Su interpretación de las necesidades del presente y su mirada al futuro contribuyen de manera, más que significativa, a la construcción de esa nueva seguridad alimentaria que tanto requiere Colombia para garantizar su sostenibilidad.

La experiencia de siglo y medio de la SAC, su constante evolución, su trabajo incansable y el representar a los gremios más importantes de nuestro sector agropecuario, le han permitido ayudar a afrontar con resiliencia, desde nuestros campos, grandes vicisitudes a lo largo de la historia. Ahora, ante los nuevos retos globales, y con el apoyo de sus asociados, es una voz fundamental para que entendamos que el campo colombiano, sus trabajadores y sus productos, conforman uno de los grandes tesoros que nos permitirán diferenciarnos en los mercados mundiales y cimentar una nueva economía nacional, desde su ruralidad.

AUGUSTO SOLANO, PRESIDENTE.

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Federacafé.

La Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, el gremio más antiguo de nuestro país. En sus 150 años, felicitaciones a la SAC, 150 años de representación del campesinado, 150 años de laborar en pro de los que están allá en esa Colombia profunda, que necesita una institucionalidad que hable por ellos, que los represente, que sea su voz ante el gobierno, ante las autoridades de todas las regiones.

Felicitaciones por el trabajo bien hecho. Son 150 años de labor constante, continua y valorada por los campesinos de Colombia. Felicitaciones a su presidente y a todo su equipo de trabajo. Que sean muchos años más. ¡SAC, 150 años, un abrazo grande!

ROBERTO VÉLEZ VALLEJO, GERENTE GENERAL.