Revista Nacional de Agricultura
Edición 1004 – Junio 2020
Este programa de vías terciarias tiene como meta mejorar 15 mil kilómetros y mantener, es decir, garantizar la transitabilidad, de 30 mil.
Uno de los desafíos más importantes que tiene el gobierno en materia rural es construcción de vías terciarias. La ministra de Transporte, Ángela María Orozco, se refiere al programa Colombia Rural en entrevista con María Isabel Díaz.
Revista Nacional de Agricultura: ¿Qué es el programa Colombia Rural y cómo va su implementación?
Ángela María Orozco: Colombia Rural nace como una estrategia de gobierno para intervenir la red vial terciaria del país, y así promover los corredores productivos y turísticos que conecten los territorios y potencialicen el campo colombiano.
Realmente, es el primer programa de este tipo, con un modelo de asignación de recursos objetivo, transparente y simplificado. De hecho, durante los últimos cuatro años, no había habido recursos importantes para las vías terciarias, si acaso unos $4.000 millones en el presupuesto del Invías. Igualmente, nunca se había diseñado un programa que les permitiera a los alcaldes postular sus corredores, con base en unos criterios, sin intermediarios, solo vía web y con base en cartillas del Invías, sin tener que contratar consultores, que se llevan un porcentaje de los recursos.
Este programa lo diseñamos Planeación Nacional, los ministerios de Agricultura y Transporte, el Invías, y la Vicepresidencia de la República, en la Comisión Intersectorial, precisamente para tener unos criterios objetivos, teniendo en cuenta el inventario que existía y las necesidades.
Se establecieron varios criterios. Primero de conectividad productiva y conectividad para el sector turístico y social, y segundo, de cofinanciación, teniendo en cuenta la posibilidad de que los municipios hicieran aportes, no solo de recursos, sino en especie (mano de obra, por ejemplo). Así, este programa, que se lanzó en mayo del 2019, estableció que la postulación se hiciera totalmente a través de medios virtuales, sin la tramitomanía que históricamente había definido estos procesos.
Así mismo, la Ley de Crecimiento Económico, aprobada en enero de este año, estableció que la sobretasa a las entidades bancarias se destinaría precisamente para financiar la red vial terciaria, pero desafortunadamente la actividad económica ha disminuido debido al covid-19. De todas formas, ahí tenemos una fuente segura de recursos que nos permite tener un programa sostenible en el tiempo.
De igual manera, se logró con la Comisión Rectora del Sistema General de Regalías, una modificación al anexo de transporte del Acuerdo 45, para flexibilizar los requisitos de los proyectos para ser ejecutados por Colombia Rural, cuando se cofinancian con regalías, porque lo que hemos logrado es la posibilidad de agregar múltiples fuentes para lograr mayor cobertura, de manera que no solamente sean los recursos de la Nación, sino que se puedan sumar los de regalías, de Obras por Impuestos o, inclusive, de cooperación internacional.
R.N.A.: ¿Cómo se adelantó la postulación de los municipios para acceder al programa? Entendemos que este proceso incluso fue novedoso en la lucha contra los intermediarios y la tramitología?
A.M.O.: El proceso de postulación fue ciento por ciento virtual, transparente y de fácil acceso para todos los municipios. Consistía en que en las alcaldías se diligenciaban cinco formularios con información básica del corredor postulado. Los municipios postulados recibieron visita, revisión y calificación por parte de un equipo multidisciplinario del Ministerio de Transporte, Invías y del Departamento Nacional de Planeación, para validar el tipo de intervención, de manera que se tuvieran en cuenta criterios técnicos, económicos, sociales y ambientales, así como el esfuerzo de cofinanciación de cada uno de los postulados.
Entre mayo y septiembre se visitaron todos los municipios y se validaron las intervenciones. Así, de más de mil postulaciones, 938 quedaron aprobadas.
El papel de los productores en este proceso de selección es fundamental. En efecto, Colombia Rural, otorga una mayor puntuación a aquellos corredores productivos postulados, razón por la cual en la estructuración del programa se trabajó de la mano con Ministerio de Agricultura y con los gremios del sector.
En este momento, tenemos 183 convenios suscritos, y estamos esperando la descongelación de nuevos recursos, porque antes de sacar una segunda postulación, vamos a honrar el cumplimiento con los 938 municipios que quedaron postulados y que clasificaron bajo todos los criterios para ser priorizados.
R.N.A.: ¿Cómo se priorizan las vías que se van a intervenir y qué papel pueden tener los productores del campo en este proceso?
A.M.O.: Los criterios de priorización fueron: productividad y conectividad con el campo (posibilidad de sacar las cosechas a los centros de consumo), o conectividad turística o social (corredores turísticos o vías para que los niños puedan asistir a la escuela). Pero de los tres, productividad era el criterio que mayor puntaje otorgaba.
Hoy, son 142 mil kilómetros los que componen la red terciaria, de los cuales 14 mil están a cargo de los departamentos, 100 mil de los municipios y solo 27 mil a cargo del Invías; entendemos, además, que muchos departamentos y municipios no cuentan con recursos para estas carreteras. Por todo esto, la Nación está apostándole a un proyecto de largo plazo para el mantenimiento y el mejoramiento de la red vial terciaria, que es muy compleja y de difícil acceso en algunas regiones del país.
Ahora, el reto es conseguir más recursos, no solo para terminar de honrar los compromisos asumidos, sino para hacer una nueva convocatoria y lograr el sostenimiento de un programa que trascienda al gobierno, porque el tamaño de la red es enorme y necesitamos muchos más recursos.
R.N.A.: ¿La malla vial que se construirá y a la que se le hará mantenimiento qué abarca, es decir, de cuántos kilómetros estamos hablando?
A.M.O.: Por parte del Invías, desde el inicio del actual gobierno hasta la fecha, se han invertido $2.9 billones en las redes terciarias y secundarias, sea a través de Colombia Rural, de obras por impuestos, Ocad Paz, recursos de enajenación de Isagen o de los contratos que suscribía Planeación Nacional, además de la financiación de recursos a través de donaciones extranjeras.
Con estos recursos se ejecutan obras en 478 municipios, en los que se intervienen mil kilómetros de vías terciarias y 433 de vías departamentales, y construyen 52 puentes, 34 kilómetros de ciclorrutas, caminos ancestrales y malecones. Son mil kilómetros frente a 141 mil de vías terciarias. Esta es la razón por la que es tan importante para nosotros conseguir más recursos en el mediano y largo plazos.
Con la aprobación de la Ley de Crecimiento Económico se van a proyectar inversiones adicionales del orden de otros $2 billones, de hoy hasta cuando termine el gobierno, lo que nos va a permitir atender 15 mil kilómetros con mejoramiento y 30 mil con mantenimiento de las vías rurales.
Es importante aclarar que no todas las intervenciones se refieren a placa-huella, entre otras cosas, porque el presupuesto no alcanzaría. Aquí lo que se busca es garantizar la transitabilidad, y por eso en muchas zonas, las obras tienen que ver con drenajes, mantenimiento rutinario, construcción de puentes y de intersecciones, entre otras. Esto permite el uso de productos innovadores mucho más económicos, que pueden costar casi la mitad.
Estos son proyectos que se hacen de tres a seis meses. Con la primera fase que se descongeló, vamos a poder suscribir los convenios y estar en licitación a más tardar en agosto, lo que va a implicar un seguimiento muy detallado de lo que se pudo adjudicar de Colombia Rural por tener los recursos. Ahí el reto que viene es la ejecución.
Estoy convencida de que en la medida en que podamos demostrar que la ejecución es rápida y efectiva, vamos a tener la legitimidad para que se involucren nuevas fuentes de ingresos, y obviamente, espero la reactivación de la economía para que la sobretasa a los establecimientos bancarios arroje más recursos de los que se esperan: unos $700.000 millones.
R.N.A.: Usted ha dicho que Colombia Rural se lanzó a sabiendas de que no se contaba con todos los recursos, pero que tenía un objetivo detrás de esta estrategia, ¿Cuéntenos cuál era y cómo le fue con su idea?
A.M.O.: El propósito era diseñar este programa de una manera técnica, con unos criterios que, como mencioné, permitieran que los mismos alcaldes postularan las obras, con cartillas tipo y sin intermediarios, para que una vez lanzado, eso ayudara a hacer las visitas de verificación y a que el giro de los recursos no fuera de afán. Pero todos teníamos que salir a conseguir la financiación. Los recursos que teníamos del 2019 eran $500.000 millones, de los cuales solo nos dieron $130.000 millones porque se congelaron, pero van a terminar siendo $180.000 millones. Ahí fue cuando el Congreso, de la mano con el gobierno, y en el marco de la Ley de Crecimiento, que se aprobó en enero, decidió que la sobretasa a los establecimientos bancarios se destinaría a la red terciaria, porque entendió la importancia de Colombia Rural.
De todas formas, hay un convencimiento en el Ministerio de Hacienda y en el gobierno nacional, así como el interés del presidente Duque en que se asignen más recursos para Colombia Rural, y así atender a eso 938 municipios, para luego sacar una segunda convocatoria. En materia de empleo esto representa una oportunidad enorme para la reactivación después del covid-19.
Yo me siento muy contenta de haber lanzado Colombia Rural de esa manera, porque nos permitió diseñar el programa con un criterio técnico, involucrando distintas entidades; para que no fuera solo un funcionario de Invías el encargado de las asignaciones, como era la tradición, sino que participara toda la red de infraestructura: Planeación Nacional, los ministerios de Agricultura y Transporte y el Invías.
R.N.A.: ¿Cuántos kilómetros construidos y mejorados de vías terciarias le dejará al país el gobierno Duque?
A.M.O.: Tenemos como meta la que está en el Plan Nacional de Desarrollo: mejorar 15 mil kilómetros y mantener, es decir, garantizar la transitabilidad de 30 mil.
A.M.O.: ¿Cuántos empleos directos e indirectos se crean por cada kilómetro de vía terciaria?
A.M.O.: En nuestro programa, invertir $1.000 millones en una vía terciaria genera alrededor de 295 empleos en las regiones (85 directos y 210 indirectos). Esta es la razón por la que, bajo los escenarios que propusimos de invertir $2 billones de ahora al 2022, al finalizar este gobierno estaríamos creando 590 mil empleos (170 mil directos y 420 mil indirectos). Ahora bien, el programa también pone como requisitos la contratación de organizaciones sociales, comunitarias y productivas rurales de la zona de influencia del proyecto o del corredor productivo, para hacer lo que se llama el mantenimiento rutinario, con lo cual se logra un beneficio adicional para las regiones: despertar una mayor apropiación de los proyectos por parte de la comunidad.
A.M.O.: Por estos días se está armando el Presupuesto General de la Nación para el 2021, ¿cuál es el compromiso presupuestal de su cartera para este programa el año entrante?
A.M.O.: Hoy, no tenemos la cifra. Pero lo primero es que esperamos, con la sobretasa a los establecimientos bancarios, honrar esta primera tanda de los 938 municipios que fueron beneficiarios de esa asignación inicial del programa. Lo segundo, que nuestra meta al 2022 es, por lo menos, incluido lo que hemos invertido, llegar a $2 billones en vías terciarias.