¿Se incrementa la política bioenergética
subsidiada en Estados Unidos?

Ayer, mediante Comunicado de Prensa, la Junta Federal de Investigación y Desarrollo de la Biomasa (BR&D), presentó una estrategia de múltiples agencias estatales para acelerar las tecnologías innovadoras que aprovechan los recursos de biomasa de la nación para obtener biocombustibles, bio-productos y biopoder asequibles.

La Iniciativa de Bioeconomía: Marco de Implementación fue desarrollada por la Junta de B&R, una colaboración entre agencias que está copresidida por el Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA) y el Departamento de Energía de los EE. UU. (DOE), para guiar estos esfuerzos.

Según el comunicado, “Uno de los principales beneficios de la Iniciativa de bioeconomía es la capacidad de maximizar el impacto de las inversiones federales en bioenergía y acelerar la innovación en la bioeconomía”, dijo Daniel Simmons, Subsecretario de Eficiencia Energética y Energía Renovable del Departamento de Energía. “Las tecnologías de base biológica pueden proporcionar suministros nacionales diversos y asequibles de energía y otros productos, brindando a los consumidores y empresas opciones de energía adicionales confiables y seguras”.

El Marco de implementación describe un enfoque para desarrollar la Iniciativa. El Marco servirá como un documento guía para las agencias miembros de la Junta de BR&D para aumentar la responsabilidad del gobierno y acelerar las tecnologías innovadoras y sostenibles que contribuyen a un suministro seguro, confiable, asequible y duradero de energía y productos de los EE. UU.

El Marco presenta objetivos y acciones para abordar las brechas de conocimiento y
tecnología en:

  • Sistemas avanzados de algas.
  • Mejora genética de la materia prima, producción, gestión y logística.
  • Conversión de biomasa y aprovechamiento de carbono.
  • Transporte, infraestructura de distribución y uso final.
  • Análisis de bioeconomía
  • Sostenibilidad de la bioeconomía.

Igualmente, dicho Marco establece actividades para abordar la incertidumbre tecnológica; aprovechar los recursos y capacidades gubernamentales, académicas e industriales; estimular las asociaciones público-privadas y generar información técnica que pueda informar a los responsables de la toma de decisiones y los responsables políticos.

La Junta de BR&D incluye funcionarios del DOE, USDA, el Departamento de Transporte de los EE. UU., El Departamento del Interior de los EE. UU., El Departamento de Defensa de los EE. UU., La Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU., La Fundación Nacional para la Ciencia y la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología dentro de la Oficina Ejecutiva del presidente de los EE.UU.

Lo anterior no sería otra cosa que una iniciativa favorable para el desarrollo de nuevos bioenergéticos en un país rico, a no ser por los importantes componentes de ayuda interna que distorsiona los precios de los productos a nivel mundial como sucede hoy con la producción de etanol, la cual es fuertemente estimulada por los subsidios a los productores de maíz de ese país, con el cual invaden a otras naciones con su producto subsidiado, lo que ya en Colombia ha suscitado la aceptación de la demanda por subsidios cuya investigación cursa trámite

Enhorabuena, se inicia la investigación la cual ojalá culmine con la imposición de derechos compensatorios para contrarrestar los subsidios a la producción de etanol en los Estados Unidos.

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Alejandro Vélez – avelez@sac.org.co